La firma ha especificado que emprendió «un proceso de análisis y evaluación de distintas alternativas» que garantizasen la continuidad y seguridad de las inversiones de sus clientes, y que el resultado es la decisión comunicada.
Con todo, Vector ha especificado que la transferencia cuenta con el cumplimiento de todas las regulaciones correspondientes y que no se trata de una fusión ni de una adquisición.
De esta manera, las inversiones y activos de los clientes permanecerán íntegros y debidamente respaldados bajo los mecanismos de custodia y supervisión establecidos por la regulación mexicana.
El traspaso de clientes y activos tiene lugar apenas días antes de que entrasen en vigor las sanciones contra tres entidades mexicanas –CI Banco, Vector Casa de Bolsa e Interacciones– por parte del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
En concreto, y a partir del próximo 20 de octubre, ninguna de estas tres compañías podrán realizar transacciones con entidades financieras de Estados Unidos.
A mediados del mes de julio, la Administración Trump acusó a Vector de haber colaborado de manera «consistente» con el Cartel de Sinaloa. Ante esta acusación, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) de México ordenó la intervención temporal de las tres firmas.
