La inteligencia artificial (IA) no es la ventaja competitiva que la mayoría de las empresas creen que es. En este momento, todas las marcas compiten por incorporar la IA en todo lo que hacen. Están gastando millones en herramientas basadas en IA, contenido generado por IA y automatización impulsada por IA. Y la mayoría de ellas lo están haciendo mal.
En lugar de resolver problemas reales, están utilizando la IA para ampliar malos hábitos: más contenido, pero no mejor contenido. Más automatización, pero sin una optimización real. Más actividad, pero muy poca certeza. Ese es el error de 100.000 millones de dólares.
El problema de la manguera contra incendios
Piensa en la IA como una manguera contra incendios. La mayoría de las empresas la están utilizando a toda potencia: anuncios, correos electrónicos, publicaciones en redes sociales, imágenes de productos, informes y mucho más. Pero si lo que sale de la manguera no es eficaz, lo único que se consigue es inundar el mercado más rápidamente.
Lo he visto de primera mano. Una empresa utiliza la IA para generar 100 variaciones de anuncios. Eligen 10, gastan millones en probarlos y siguen equivocándose. La IA les dio cantidad, no calidad.
Esta es la trampa: confundir la creación con la inteligencia. El verdadero valor de la IA no está en producir más, sino en saber qué funcionará antes de apostar fuerte.
En qué es realmente buena la IA
Las empresas que triunfan con la IA no son las que producen contenido sin fin. Son las que la utilizan para tomar decisiones más acertadas.
La IA no puede convertir un mal anuncio en uno bueno, pero puede indicarte cuál de tus buenos anuncios tiene más posibilidades de funcionar. La IA no sustituirá a tu equipo de ventas, pero puede mostrarles qué clientes potenciales merecen ser contactados primero. La IA no necesita escribir mil descripciones de productos. Solo tiene que indicarte cuáles son las tres que se venderán.
El manual: cómo utilizar la IA de forma adecuada
Si quieres que la IA sea algo más que una palabra de moda, aquí tienes el cambio: deja de tratarla como una fábrica y empieza a tratarla como un microscopio.
- No utilices la IA solo para crear. Si tu contenido no tenía repercusión antes, duplicarlo con IA no lo solucionará. Solo multiplicará el fracaso.
- Utiliza la IA para predecir el rendimiento antes de lanzarte. Las marcas estratégicas prueban las campañas utilizando métodos como audiencias sintéticas antes de invertir en medios.
- Mide lo que crea la IA y luego recorta sin piedad. Si la IA te ofrece 50 opciones, quédate con las cinco que importan y descarta el resto.
Así es como la IA puede impulsar la eficiencia y el impacto al mismo tiempo.
Lo que vendrá después
Creo que esto es hacia donde nos dirigimos en los próximos años:
- El gran desperdicio de IA. Se gastarán miles de millones en basura generada automáticamente. Creo que presupuestos enteros desaparecerán sin lograr ningún cambio.
- La brecha de precisión. Algunas empresas descubrirán cómo utilizar la IA como motor de predicción. Tendrán una ventaja sobre los competidores que siguen haciendo conjeturas.
- La nueva lista de comprobación previa al vuelo. Al igual que los aviones no despegan sin una lista de comprobación, ninguna marca importante lanzará una campaña, ni siquiera un comunicado de prensa, sin pasarla primero por la IA.
Conclusión
La IA no es una solución milagrosa. Si se utiliza sin cuidado, empeora las malas estrategias. Pero si se utiliza bien, hace algo extraordinario: elimina las conjeturas.
Las marcas que triunfen en la próxima década no serán las que más utilicen la IA. Serán las que mejor la utilicen. Esa es la diferencia entre malgastar miles de millones y construir el futuro.
