Dentro de la propuesta, el aeródromo incluiría una contribución voluntaria con el objetivo de mantener «unas tarifas razonablles» para las compañías aéreas.
Su consejero delegado, Robert Carsouw, aboga por encontrar «el equilibrio adecuado», admitiendo que el incremento de 2025 ha tenido un «impacto significativo» en las aerolíneas, que consideran a Schiphol «demasiado caro». Sin embargo, ha afirmado que el aeródromo «está obteniendo buenos resultados financieros».
«Por eso, estamos manteniendo conversaciones con las aerolíneas sobre las tasas y estamos considerando reducir al 0% el aumento previsto para 2026. Esto nos permitirá seguir conectando los Países Bajos con el mundo de forma eficiente y asequible», ha añadido Carsouw.
Las tarifas de Schiphol se fijan cada tres años y se establecen en la legislación y la normativa, supervisadas por la Autoridad de Consumo y Mercado (ACM).
