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Juanjo López, codiseñador de ‘Mustang Free’: «El calzado debe respetar la anatomía natural del pie»

Juanjo López, médico personal del tenista Carlos Alcaraz, se alía con Mustang para crear la línea de calzado que pretende revolucionar la forma en la que andamos desde la infancia.

Jornadas maratonianas, clases particulares, rutinas laborales que superan la barrera de nuestros pasos diarios. Y todo sobre nuestros pies. Por eso la elección del calzado que llevamos en el día a día es esencial para poder cumplir con nuestras obligaciones. Esto Juanjo López lo sabe muy bien. Lleva largos años estudiando el soporte del ser humano y ayudando a rostros como Carlos Alcaraz a alcanzar su mejor versión empezando desde los pies. Es por tanto que la unión con Mustang era inevitable. Así surge Mustang Free, una línea diseñada por el propio López con una visión clara: ayudarnos para que cada uno de nuestros pasos se ejecute con firmeza, seguridad, salud y bienestar.  

Empezó observando pies infantiles en una consulta de traumatología pública. ¿Cómo fue ese tránsito entre el diagnóstico médico y la creación de una colección de moda con Mustang?

Durante mi experiencia en la consulta de traumatología infantil en el hospital donde trabajaba, detecté una necesidad evidente: muchos padres —una proporción considerable— me consultaban con frecuencia cuál era el calzado más adecuado para sus hijos. Esta preocupación también la vivía en el ámbito personal, ya que como padre de tres hijos, mi esposa me hacía la misma pregunta en casa.

A partir de estas inquietudes recurrentes, comencé a reflexionar sobre la falta de opciones en el mercado que realmente priorizaran la salud del pie infantil. Existe un conocimiento cada vez más generalizado de que el calzado debe respetar la anatomía natural del pie: no comprimirlo, no inmovilizarlo en exceso, y evitar formas estrechas en la puntera. Sin embargo, al buscar marcas que respondieran a estos criterios, me encontré con una oferta muy limitada. Las pocas opciones disponibles solían agotarse rápidamente, lo que dificultaba conseguir tallas sucesivas a medida que el pie del niño crecía.

Además, muchas de estas marcas presentaban precios poco accesibles para una gran parte de las familias. Fue entonces cuando identifiqué la oportunidad —y casi la obligación— de desarrollar una línea de calzado infantil que combinara salud, disponibilidad de tallas completas y un precio asequible. Así nació el proyecto: con el objetivo de ofrecer un calzado que respete el desarrollo natural del pie, esté disponible en todas las tallas y al alcance de la mayoría de las familias.

Habla mucho de la importancia de que el pie sea libre. ¿Qué significa realmente, en términos médicos y también en términos de filosofía de vida, devolver libertad a los pies?

Podemos hablar de “devolver la libertad a los pies” del mismo modo en que hablamos de “tener los pies en la tierra”, una expresión que todos hemos utilizado en más de una ocasión. Y es que nacemos descalzos, y lo más natural para nuestro cuerpo sería caminar, en la medida de lo posible, en condiciones similares a estar descalzos.

Algunas personas argumentan que también nacemos desnudos, y es cierto. Sin embargo, la ropa que usamos no suele oprimir ni deformar nuestro cuerpo, mientras que el calzado convencional, especialmente aquel diseñado con criterios meramente estéticos, puede comprimir y alterar la anatomía natural del pie. Esto puede derivar en patologías frecuentes, como el hallux valgus o juanete, que tradicionalmente se ha visto en mujeres adultas, pero que lamentablemente empieza a observarse también en niños.

Por eso, hablar de devolverle la libertad al pie implica permitirle moverse con naturalidad, en todas las direcciones, favoreciendo su desarrollo funcional. En el caso de los niños, esto no solo promueve una maduración más rápida del pie, sino también un fortalecimiento adecuado. Además, mantener un contacto más directo con el suelo contribuye a una mejor transferencia de cargas, mejora el equilibrio y favorece una postura biomecánica más saludable al caminar.

Todo esto es posible con un calzado verdaderamente respetuoso, como lo es el calzado barefoot, o como la línea que yo desarrollo con Mustang: calzado Free, concebido para respetar la anatomía, la funcionalidad y la libertad natural del pie.

¿Hasta qué punto la observación cotidiana ha sido decisiva como la evidencia clínica a la hora de concebir Mustang Free?

La observación cotidiana nos ha aportado una herramienta fundamental: el sentido común. Cuando uno ve a tantas mujeres —y también hombres— con problemas en los pies, cuando asiste a un evento como una boda y observa que muchos invitados están deseando quitarse los zapatos para poder disfrutar con comodidad, empiezas a notar que algo no está funcionando bien.

Esta percepción se confirma aún más en la práctica clínica, especialmente en la consulta de traumatología, donde vemos con frecuencia deformidades relacionadas con el uso prolongado de calzado inadecuado. En muchos casos, estas afecciones llegan incluso a requerir cirugía. Todo esto nos lleva, con lógica y evidencia, a una conclusión clara: hay algo en el diseño del calzado convencional que está perjudicando la salud del pie, y es necesario cambiarlo.

Por eso, más allá de un objetivo médico o funcional, también nos enfrentamos a un desafío cultural y estético. Durante años hemos asociado la moda con calzado estrecho, de punta muy ajustada o con tacón, asumiendo que esto representa elegancia o estilo. Sin embargo, esto no tiene por qué ser así.

Es completamente posible vestir bien, con estilo y elegancia, sin renunciar a la comodidad ni a la salud. Podemos redefinir lo que entendemos por moda, incorporando diseños que respeten la anatomía del pie y permitan su movilidad natural. En definitiva, se trata de unir salud y estética en una propuesta de calzado que sea funcional, cómoda y visualmente atractiva.

La colección busca ser tendencia —desde las bambas retro hasta los botines biker— sin perder su función ortopédica preventiva. ¿Cómo se negocia ese delicado equilibrio entre diseño y salud?

El equilibrio entre diseño y salud es, sin duda, una línea delicada. En Mustang Free, ese equilibrio es una prioridad, y es precisamente ahí donde entra mi labor. Como traumatólogo deportivo e infantil, soy el responsable de validar cada uno de los modelos de la línea Mustang Free.

Existen diseños que, aunque estéticamente atractivos, si no cumplen con los criterios de un calzado completamente respetuoso con la anatomía y el desarrollo natural del pie, simplemente no llegan a producción. En otras palabras, ningún modelo se lanza al mercado sin haber pasado por un proceso riguroso de revisión y aprobación desde el punto de vista médico.

Toda la línea Mustang Free cuenta con mi aval profesional, lo que garantiza que cada modelo es un calzado 100% respetuoso: diseñado para acompañar el desarrollo natural del pie, proporcionar comodidad y, al mismo tiempo, mantener un estilo moderno y atractivo. Porque creemos firmemente que salud y estilo no tienen por qué estar reñidos.

En los niños, los problemas de pies pueden condicionar coordinación, deporte e incluso autoestima. ¿Qué papel juega Mustang Free Kids en la prevención a largo plazo de esas patologías?

Es muy importante destacar el impacto que el calzado puede tener, no solo en la salud física, sino también en la autoestima de los niños. Durante años, a los niños con pie plano u otras alteraciones del desarrollo del pie se les prescribían calzados ortopédicos muy rígidos y poco estéticos. Hoy sabemos que, lejos de ser una solución ideal, estos calzados influyeron negativamente en la autoestima de muchos de esos niños, que ahora son adultos.

Muchos de ellos recuerdan haber sido los últimos en ser elegidos en actividades deportivas en el colegio, o haber sido percibidos como más lentos o torpes, simplemente por llevar un calzado que no favorecía ni la funcionalidad ni la integración social. Afortunadamente, este tipo de calzado ortopédico prácticamente ha desaparecido del uso común, y el enfoque actual es completamente distinto.

La línea Mustang Free Kids está diseñada para acompañar el desarrollo natural del pie, promoviendo una maduración funcional, sin limitar el movimiento ni generar incomodidad. Esto permite que los niños puedan correr, saltar, jugar y practicar cualquier tipo de deporte con total libertad y comodidad. Se trata de un calzado pensado para que el niño se sienta bien en todos los sentidos: a nivel físico, emocional y social.

De hecho, es muy habitual que cuando un niño lleva un calzado apretado, lo primero que haga al llegar a casa sea quitárselo. Con Mustang Free Kids, ocurre todo lo contrario: muchos niños ni siquiera notan que lo llevan puesto, porque nada les aprieta, no hay rigidez innecesaria, y el pie puede moverse y desarrollarse de forma natural.

En resumen, esta línea está pensada para favorecer la salud, la diversión y la comodidad desde la infancia, sin renunciar al estilo ni al bienestar emocional del niño.

Muchas marcas utilizan el término “barefoot” como reclamo. ¿Cuál es, desde su perspectiva médica, la diferencia entre esa etiqueta comercial y el rigor biomecánico con el que se ha diseñado Mustang Free?

Sí, en efecto, ahora mismo estamos viviendo una moda de una solución de calzado respetuoso, calzado de barefoot, que hay muchas marcas que han puesto esa etiqueta con motivo de ventana. Al final, la diferencia que tenemos en Mustang, en esta línea Mustang Free, es que toda la línea, todos los calzados, están supervisados, están testeados y están avalados por la experiencia, en este caso mía, como traumatólogo, como cirujano, como especialista en el pie del niño y del adulto. Por tanto, creo que es una diferencia bastante notable con respecto a otras marcas que muchas veces ponen esa etiqueta y no es cierto.

También he de decir que creo que lo del calzado del barefoot es una moda que ha venido totalmente para quedarse, que es como si fuese la comer de forma adecuada, que nunca debería haber pasado de moda, nunca debería no haber sido moda el llevar un calzado que respetase la salud del pie. Creo que es algo que ha venido para quedarse y que dentro de unos años veremos gente con calzado de puntera ancha y será totalmente estético y no necesitaremos que todo el mundo vaya con tacón o con calzado de puntera estrecha como para estar bien vestidos.

¿Cree que la verdadera revolución del barefoot está en lo emocional, en sentir que uno no quiere volver atrás?

Sí, la verdadera revolución de barefoot viene por varios motivos. Por un lado, porque la gente una vez que lo prueba ya no quiere volver a tener un calzado estrecho, ya no quiere comer el pie fruncido, ya no quiere sufrir más. Y además porque hay unas condicionantes, unas características de la gente que lleva calzado barefoot. Normalmente una persona que se preocupa por los pies de sus hijos también se preocupa por los suyos. Se suele preocupar también por la alimentación, se suele preocupar por el medio ambiente. Es una revolución de gente que tiene una serie de principios y gente que se quiere cuidar.

¿Cómo imagina el futuro de Mustang Free en sectores donde la salud del pie es clave para el rendimiento profesional?

El futuro de Mustang Free y es un futuro ya cercano, es abarcar como he dicho todos los sectores de la población y en eso entramos en ese tipo de campo, entramos en un sector también profesional, de muchas profesiones, por ejemplo la exterería, el mundo sanitario o las personas que llevan calzado de seguridad que podemos llegar a más gente para poder ofrecer salud y al mismo tiempo respetando las características de cada profesión, por tanto es un futuro que ya estamos trabajando en ello, que tenemos todo el equipo muchísimas ganas de poder dar como ida y como he dicho en varias ocasiones dar sobre todo salud a los pies de muchas personas.

Un profesional que le ha confiado sus pies es Carlos Alcaraz. Toda una responsabilidad…

Sí, además de los pies de Carlos, soy su médico desde los ocho años, por lo tanto le veo los pies y todo el cuerpo. Para mí es un enorme orgullo el haber estado con Carlitos desde los ocho años y acompañarlo en toda esta carrera y que además, bueno, ser el número uno más joven de la historia y tener un año como el que estamos teniendo, espectacular y con tantos valores. Es decir, que además de ser un deportista magnífico, es una maravillosa persona y que también me apoya en todos mis proyectos.

Entre su clínica, Carlos Alcaraz, su familia y ahora Mustang, su vida parece marcada por la disciplina y la pasión. ¿Qué lugar ocupa este proyecto en su identidad personal y qué le mueve, más allá del mercado, a seguir apostando por él?

En efecto, el proyecto de Mustang para mí es un proyecto donde tengo puesta una gran parte de la ilusión de mi vida profesional. ¿Por qué? Porque es un proyecto que he creado yo desde el comienzo, que era un sueño para mí, era una ilusión, y cuando lo ves hecho realidad es como, si te pongo el ejemplo, es como un niño que va cumpliendo sus etapas. Entonces, el niño ha nacido, el niño ha ido al colegio, ya el niño está cercano de graduarse a la universidad. Entonces, vamos cumpliendo etapas y la ilusión cada vez es mayor, porque además desde Mustang se me apoya muchísimo, se cree mucho en el proyecto y están preparados para todas las peticiones que yo tengo. Y bueno, queremos saber lo que es de para el futuro, pero es un futuro de momento maravilloso.

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