En belleza, las tendencias se mueven a velocidad vertiginosa. Lo que hoy está de moda, mañana se olvida. Pero Bobbi Brown siempre ha jugado un juego distinto: uno basado en una autenticidad y una valentía natural, características que son, simplemente, parte de quién es.
Antes de que las fundadoras de marcas de belleza se convirtieran en creadoras de contenido y antes de que “influencer” fuera un título profesional, Brown ya estaba escribiendo el manual: “No rompo las reglas, simplemente invento las mías.” Ese espíritu temprano —poner a las mujeres reales primero, simplificar la belleza y decir las cosas tal cual son— es justamente la razón por la que hoy conecta con una nueva generación, convirtiéndose tanto en sensación de TikTok como en una de las “100 personas más influyentes” de la revista Time este año.
Su marca homónima, Bobbi Brown, abrió el camino para que rhode —y su propia Jones Road— pudieran volar alto.
La influencia de Brown comenzó como maquilladora profesional, cuando lanzó en los primeros años 90 una línea de 10 labiales en tonos sutiles (que se convirtió en la base de Bobbi Brown Essentials), junto con una visión de la belleza más real en una industria dominada por el contour marcado y los colores estridentes.
Su décimo libro, Still Bobbi, es su primera memoria después de nueve títulos centrados en la belleza. Allí comparte su historia de origen, giros en su carrera, momentos de “no me lo puedo creer” y también tropiezos, ofreciendo una especie de guía para vivir con autenticidad.
Hablé con Brown sobre sus consejos favoritos para las nuevas fundadoras de hoy y sobre por qué fue auténtica antes de que la autenticidad se convirtiera en una palabra de moda.
Después de vender su marca a Estée Lauder en 1995 y permanecer en Bobbi Brown Cosmetics como Directora Creativa, Brown pensó que tendría que prepararse para la jubilación cuando se separó del conglomerado de belleza en 2016. Pero a los 62 años, decidió escribir otra historia para sí misma y fundó su nueva marca, Jones Road.
“Cuando vendimos la compañía, yo tenía 34 años”, cuenta Brown. “En ese momento, mi esposo me dijo: ‘tenemos este acuerdo de no competencia’. Siempre saqué suficientes en matemáticas, pero me puse a contar con los dedos. Le dije: ‘bueno, estaré en mis 60. No voy a querer trabajar cuando tenga 60’. Avancemos en el tiempo… ahora tengo 68 y estoy disfrutando cada minuto con Jones Road.”
Jones Road se lanzó en octubre de 2020, justo el día en que terminó su cláusula de no competencia con Estée Lauder, y ha sido rentable desde el primer año.
“No había terminado de enseñar. Quería seguir enseñando a las mujeres que el maquillaje no es complicado y que no necesitas mucho maquillaje para verte bien y sentirte bien. Y quería saber cómo era crear un producto con una fórmula limpia: Jones Road es una fórmula totalmente limpia y natural.”
Brown también nos recuerda que se puede tener una vida extraordinaria y aun así “ser normal”: un mantra presente a lo largo de su libro e incluso título de un capítulo. Para ella, eso significa liderar con amabilidad y abrazar lo “normal” como algo bello, mientras equilibra dos mundos: el glamour y el ajetreo de construir una marca valorada en miles de millones siendo una joven emprendedora, y la vida cotidiana “normal” de una madre de familia que crió a tres hijos junto a su esposo, Steven Plofker.
Su carrera ha estado llena de momentos de serendipia, donde accidentes felices se convirtieron en oportunidades. Ella atribuye esto a mantener una mente abierta: ve posibilidades en lugar de obstáculos. Explica que, en vez de tener un plan maestro, se ha hecho a sí misma dos preguntas: “¿Y si…?” y “¿Por qué no?”
¿Y en cuanto a las grandes decisiones que cambiaron su vida?
“Vender a Estée Lauder fue sin duda una”, recuerda. “Mi esposo, Steven, y yo no tuvimos dudas, estábamos emocionados. No sentimos remordimiento después de firmar; pensamos: ‘Wow, tenemos a Estée Lauder de nuestro lado’. Los tratamos como socios, aunque técnicamente ellos eran los dueños.”
Y luego, décadas más tarde, llegó Jones Road. “Empezar Jones Road en mis 60, literalmente el día en que terminó mi cláusula de no competencia, fue otra gran decisión. Así es como tomo decisiones: si funciona, genial. Si no, ni modo.”
Brown deja una clara lección: nunca hay que forzar las cosas y hay que saber cuándo soltar.
“Cuando fuerzas algo, normalmente significa que no es lo correcto. He tenido colaboraciones y asociaciones que resultaron más difíciles de lo que valían. En esos casos, me retiro. Y luego están esas cosas que fluyen sin esfuerzo, y simplemente lo sabes: esto es lo correcto.”
“Cuando fuerzas algo, normalmente significa que no es lo correcto”. – Bobbi Brown
Incluso en el mercado saturado de hoy, Brown sigue marcando la pauta en belleza bajo sus propios términos: “Al final de mi tiempo en Estée Lauder, quería hacer grandes cambios, pero no podía sacarlos adelante. Fue frustrante. Más tarde encontré una foto de inspiración que había guardado —se veía exactamente como Jones Road es hoy. Así que sí, se puede decir que lo manifesté.”
Brown espera que su historia inspire a los fundadores a ir más despacio
“Mi consejo: empieza en pequeño, empieza despacio. No tengas prisa. Descubre qué te diferencia, porque si intentas ser como todos los demás, no durará. Y, por cierto —¿cómo puedes empezar un negocio ya planeando venderlo? ¡Me encanta Jones Road! No quiero venderlo. Algún día podría llegar el socio adecuado, pero yo no me voy a ninguna parte. Demasiada gente empieza un negocio buscando la salida. Así no se construye algo duradero.”
Brown continúa: “Cuando lanzamos Bobbi Brown Cosmetics, usamos los últimos 10.000 dólares que teníamos en el banco. No pedimos prestado a nadie. En ese momento, ni siquiera sabía que estaba construyendo una marca. Solo tenía labiales y tenía que averiguar cómo contárselo a la gente.”
Con Jones Road, Brown volvió recientemente al mundo del labial con The Classic Lip, en 12 tonos —un guiño a su legado original, actualizado para hoy.
Los labiales han evolucionado, pero su filosofía central sobre cómo deben sentirse no ha cambiado. Brown dice: “Historia real: dejé de usar labial durante muchos años porque todos me parecían secos y polvorientos. Me tomó tiempo decidir qué hacía excelente a una fórmula de labial. Así nació The Classic Lip. Suave, satinado, ligero, cómodo: cumple con todos los requisitos.”
Así que Brown sigue siendo Bobbi: sigue mostrando a la gente cómo verse como ellos mismos, sigue innovando y creando, y sigue defendiendo la autenticidad.
Y aunque continúa creando, su mensaje más profundo es sobre la resiliencia —y el recordatorio de que la posibilidad siempre está al alcance:“En la vida de todos hay infinitas posibilidades. No puedes tener miedo de exponerte, ni de que algo no funcione. Espero que la gente se vea reflejada en mí. Como madre trabajadora, como alguien que no sacaba buenas notas y nunca fue a una escuela de negocios, pero que descubrió lo que realmente necesita un negocio. Así enfrento todo —incluso mi Substack. No conozco las llamadas «mejores prácticas». Simplemente lo lanzo y veo qué resulta.”
