Los últimos acontecimientos en la saga TikTok marcan otro cambio radical en la propiedad y la gobernanza de la aplicación.
Según un nuevo acuerdo propuesto, inversores estadounidenses, como Oracle, Silver Lake Partners y los magnates de los medios Rupert y Lachlan Murdoch, poseerían colectivamente el 80% de las operaciones de TikTok en Estados Unidos, mientras que ByteDance conservaría una participación minoritaria del 20% o menos. Se espera que los Murdoch, a través de Fox Corporation, participen, posiblemente buscando una pequeña participación en la empresa. El gobierno estadounidense también recibirá una comisión multimillonaria como parte del acuerdo.
Un aspecto crucial del acuerdo implica la responsabilidad de Oracle de supervisar y proteger el algoritmo de TikTok. Según se informa, la compañía licenciará el algoritmo de ByteDance, lo reentrenará con datos estadounidenses y garantizará que todos los datos de los usuarios se almacenen en servidores estadounidenses. Este acuerdo aparentemente busca disipar las preocupaciones sobre la influencia del gobierno chino en el sistema de recomendación de contenido de la plataforma.
Sin embargo, el acuerdo en sí mismo está plagado de desafíos. Requiere la aprobación de los reguladores estadounidenses y chinos, y si bien el presidente estadounidense, Trump, ha indicado que el presidente chino, Xi Jinping, ha aceptado el marco, Pekín aún no ha confirmado oficialmente su aprobación. Además, se espera que ByteDance arriende el algoritmo a la nueva entidad estadounidense, lo que plantea varias dudas sobre el alcance del control que mantendrá la empresa.
Para los más de 170 millones de usuarios estadounidenses de TikTok, el acuerdo parece prometer acceso continuo a la plataforma sin cambios significativos en la experiencia del usuario. Sin embargo, el reentrenamiento del algoritmo podría conllevar ajustes en las recomendaciones de contenido, lo que podría afectar a creadores de contenido y anunciantes.
“Los detalles realmente van a importar para entender si esto aborda las preocupaciones de seguridad nacional sobre las que los formuladores de políticas estadounidenses han sido tan explícitos”, según Samm Sacks, investigador legal y miembro principal del Centro Paul Tsai China de la Facultad de Derecho de Yale.
El simple hecho de que una empresa o consorcio de empresas estadounidenses aloje los datos en EE. UU. no aclara exactamente quién tiene acceso a ellos ni en qué condiciones salen de EE. UU., ni tampoco el contenido. Hay muchas preguntas sobre quién supervisará el algoritmo de recomendación, ¿verdad? Una licencia en sí misma no nos dice cómo se promocionará cierto contenido.
El acuerdo también podría introducir nuevos riesgos. La participación del gobierno estadounidense en la gestión de algoritmos podría dar lugar a su propia forma de manipulación de contenido, poniendo en tela de juicio la línea divisoria entre la seguridad nacional y la libertad de expresión, advirtió la Electronic Frontier Foundation (EFF).
“Si la preocupación había sido que TikTok pudiera ser un conducto para la propaganda del gobierno chino —una preocupación que la Corte Suprema se negó siquiera a considerar— la gente ahora puede estar preocupada de que TikTok pueda ser un conducto para la propaganda del gobierno estadounidense”, afirmaron David Greene y Eva Galperin de EFF en su declaración.
El acuerdo propuesto con TikTok es emblemático de una compleja intersección entre tecnología, seguridad nacional e intereses corporativos globales. A medida que continúan las negociaciones y las disputas gubernamentales, el resultado ofrecerá respuestas clave para los usuarios, la gobernanza digital y la circulación del contenido en una de las plataformas de redes sociales más populares del mundo.
