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Griñó: la energía verde que cierra 2024 con facturación récord de 203 millones y un beneficio neto de 14 millones

En paralelo, la inversión fue decisiva: 36 millones en los dos últimos años destinados a modernizar instalaciones y potenciar la generación de energía limpia.

El grupo familiar Corporació Griñó, con sede en Lleida, cerró 2024 con resultados históricos y un mensaje claro al mercado: sostenibilidad y negocio pueden avanzar de la mano. El holding medioambiental alcanzó una facturación récord de 203 millones de euros, un 9% más que el año anterior, y firmó un beneficio neto de 14 millones, consolidando un ciclo de crecimiento que combina rentabilidad financiera con compromiso climático.

El presidente Joan Griñó lo define como “un año de consolidación y proyección estratégica”, en el que el grupo reforzó su posición en sectores clave como energía renovable, tratamiento de residuos y soluciones circulares. La compañía cerró el ejercicio con un ebitda de 40,4 millones, un 10% superior al de 2023, y con unos fondos propios que crecieron un 17% gracias a un nivel de deuda especialmente bajo (ratio de 0,93 veces ebitda).

En paralelo, la inversión fue decisiva: 36 millones en los dos últimos años destinados a modernizar instalaciones y potenciar la generación de energía limpia. Entre los hitos más recientes figura la renovación de la planta de purines de Juneda (Lleida), un paso más en su estrategia de valorización de residuos.

Con un equipo de 1.500 profesionales y 52 instalaciones en activo, Griñó gestiona cada año unos dos millones de toneladas de residuos en cinco divisiones: energía, residuos, agua, suelos y servicios.

La expansión también llegó vía adquisiciones. En junio, el grupo cerró la compra de Azor Ambiental, firma murciana especializada en reciclaje de baterías de automoción. La operación, avalada por los acreedores y homologada por el juzgado mercantil de Murcia, refuerza la posición de Griñó en un nicho estratégico para la transición energética.

El perímetro del holding integra además compañías como Hera Holding (gestión de residuos) y NaturGreenKapital, y mantiene en bolsa a Griñó Ecològic, con una capitalización de 32,7 millones de euros en el BME Growth.

Con estos resultados, el grupo no solo firma el mejor año de su historia, sino que traza una hoja de ruta clara: convertir residuos en recursos, escalar en la economía circular y acelerar la descarbonización.

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