Donostia es la niña de los ojos de la cultura. En este reparto de custodias culturales, desde el 19 hasta el 27 de septiembre le toca al mundo del cine con la 73ª edición del Festival de San Sebastián. Esta cita, uno de los grandes escaparates del séptimo arte, tanto nacional como internacional, pondrá el foco particularmente en Lillian Hellman, guionista imprescindible del Hollywood clásico, con una retrospectiva que rescatará su obra y su influencia en la gran pantalla.
En esta edición, el festival también se viste de emoción al rendir homenaje a la actriz Marisa Paredes, una de las figuras más queridas por el certamen desde su primera visita en 1977. Tras su fallecimiento el año pasado, será la protagonista del cartel oficial, uniéndose así a una exclusiva galería de rostros como Isabelle Huppert, Penélope Cruz, Willem Dafoe, Sigourney Weaver, Juliette Binoche, Javier Bardem y Cate Blanchett. Además de este tributo, la ciudad vibrará con la competición por la Concha de Oro, presidida por un jurado liderado por Juan Antonio Bayona, y con los Premios Donostia, que este año reconocerán a Esther García y Jennifer Lawrence.
Dirigido por José Luis Rebordinos, que celebra 15 ediciones al frente, San Sebastián confirma por qué se le llama el “más pequeño de los grandes festivales”. Su lugar en el calendario lo convierte en una cita clave para estrellas de talla mundial, y en 2025 se esperan nombres como Juliette Binoche, Paul Dano, Angelina Jolie, Harris Dickinson, Matt Dillon, Colin Farrell, Ron Perlman, Renate Reinsve o Stellan Skarsgard. A todo ello se suma su papel como lanzadera del cine español, ventana para lo más reciente del panorama internacional y puerta de entrada del cine latinoamericano en Europa gracias a la sección Horizontes Latinos.
En este derroche de talento, también hay espacio para relatos más íntimos que trascienden la gran pantalla, que se han escrito en la vida real. El Zinemaldia no solo celebra las grandes estrellas que desfilan por su alfombra roja, también reserva un espacio para relatos íntimos y emocionantes que exploran la vida de figuras clave de nuestra cultura. En esta edición, ese foco se dirige a dos documentales que rescatan la memoria y la vulnerabilidad de dos nombres imprescindibles de la música española: Antonio Flores y Leiva.
Flores para Antonio
«Quiero comprender su manera de vivir y de morir». Alba Flores tenía solo 8 años cuando su padre, Antonio Flores falleció a causa de una sobredosis apenas dos semanas después de la muerta de «La Faraona», su madre Lola Flores. 30 años después, su hija lidera su homenaje más íntimo Flores para Antonio, que consiste en el primer documental sobre el creador de himnos como No dudaría o Pongamos que hablo de Madrid. La actriz, conocida por Vis a vis y La casa de papel, se embarca en una investigación personal que recorre la vida y obra del músico a través de recuerdos familiares, amigos, vídeos caseros, fotografías y canciones.
El largometraje, producido por Movistar Plus+ y dirigido por Isaki Lacuesta y Elena Molina, supone un viaje emocional en el que Alba rescata materiales inéditos de su padre, escucha sus cintas de ensayo y se prepara para participar en el primer concierto en su honor. En el documental también aparecen su madre, Ana Villa, y sus tías Lolita y Rosario Flores, reforzando el carácter íntimo de esta exploración. Con este proyecto, Alba convierte aquel jardín al que su padre le cantó en vida en un espacio donde su legado sigue floreciendo para nuevas generaciones y en el recuerdo de su propia familia.
Hasta que me quede sin voz
¿Cómo se sentiría un artista al perder su instrumento? El cantante Leiva se abre en canal y estrena Hasta que me quede sin voz, su retrato más íntimo y vulnerable hasta ahora. Dirigida por Mario Forniés, Lucas Nolla y Sepia, y producida por Blur, la película reúne más de 500 horas de grabaciones sin guion que siguen al cantante desde la grabación de su disco Gigante hasta su día a día entre escenarios, familia y amigos. Narrado en primera persona, sin voces externas, el documental muestra sin artificios el miedo, la incertidumbre y la obstinación de un músico que se niega a renunciar a su pasión al ser diagnosticado con un problema irreversible en una de sus cuerdas vocales que amenaza con silenciarlo para siempre.
Rodada entre 2023 y 2025, la cinta repasa también la trayectoria de Leiva desde sus inicios con Pereza hasta su consagración en solitario, incluyendo momentos personales y la estrecha relación que mantiene con artistas como Rubén Pozo o Joaquín Sabina. Entre la vorágine de éxito, el frenetismo de las giras y los silencios forzados por su problema de salud, Leiva abre una ventana inédita a sus contradicciones: la necesidad de seguir en pie frente al público y, al mismo tiempo, la urgencia de retirarse para recomponerse. El documental tendrá su estreno en el Festival de San Sebastián antes de llegar a los cines el 24 de octubre y, más tarde, a Movistar Plus+.