Tras más de dos décadas dedicado a la política, Pere Aragonès, que fuera President de la Generalitat de Catalunya entre 2021 y 2024, abandona la vida pública para incorporarse como presidente a Golden Hotels & Experiences, la cadena hotelera fundada por su padre, Josep Aragonès, en 1963. Aragonès ha hecho pública su decisión ayer día 16 de septiembre en un comunicado compartido a través de sus perfiles en redes sociales. “Desde hoy compaginaré la labor institucional con nuevos retos profesionales y académicos, por lo que renuncio al sueldo de expresidente”, ha señalado Aragonès. «Es un reto que afronto con muchas ganas, toda la energía, y sin servidumbres ni puertas giratorias”.
La decisión es también un un gesto de alta carga política: ha renunciado al salario que le correspondía como expresidente —unos 108.000 euros brutos anuales durante cuatro año*— para centrarse en esta nueva etapa empresarial. “No quiero vivir del pasado, sino aportar al futuro de un proyecto familiar que da trabajo a cientos de personas”, ha explicado el ya presidente del grupo hotelero catalán.
Este paso a la empresa familiar responde, según explica Aragonés, a la “necesidad de relevo generacional” en la empresa y a circunstancias familiares recientes que aceleraron el paso. Hasta ahora, su vínculo con la compañía había sido más sentimental que profesional: “solo conversaciones de sobremesa”, apunta Aragonès, que define esta nueva etapa como
Fuerte arraigo catalán
Golden Hotels es un grupo con presencia destacada en el litoral catalán. Su abuelo, el empresario textil Josep Aragonès, abrió en 1963 en Pineda de Mar, en el Maresme, el Hotel Taurus, que se convertiría en el germen de la cadena. El hotel se publicitó en la época como el más grande de España: en una época en que el turismo estaba comenzando a ser la industria que es hoy, el Spain is Different marcaba en gran medida el rumbo del sector: así, el hotel tenía una plaza de toros anexa que era una auténtica sensación para los turistas extranjeros.
Hoy, el grupo cuenta con ocho establecimientos repartidos entre Salou, Tossa de Mar y Pineda de Mar, y más de 800 empleados. Con cerca de 2.000 habitaciones, la compañía está centrada en el turismo más tradicional pero con una apuesta creciente por la modernización tecnológica y la experiencia del cliente, dos áreas donde Aragonès prevé implicarse especialmente.