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La hazaña de Carlos Manera, el primer español que gana The Ocean Race Europe

Gauthier Lebec, Benjamin Ferre, Amelie Grassi, Carlos Manera yPaul Meilhat, tripulantes del Biotherm. @Vincent Curutchet

En una rueda de Prensa informal, llena de risas y anécdotas, Carlos Manera, el primer regatista español en ganar The Ocean Race Europe, atendió a los periodistas españoles tras culminar su logro. Su incorporación al equipo Biotherm fue sorprendente aterrizando en el barco francés para la extenuante última etapa entre Génova y Montenegro (1.700 millas), considerada la más dura por la acumulación de millas, la dificultad de la etapa y los cambios meteorológicos.

“Para mí es una sensación increíble y un sueño hecho realidad. He hecho todo lo posible para ayudar al equipo a pesar de haberme unido en el último momento (en Génova) y de no haber pasado muchas horas con ellos. Ser el único español en la regata es un orgullo, poder ayudar a Biotherm en esta etapa y en la regata costera del sábado, un placer y espero que representar a un país con tantos excelentes navegantes abra puertas a otros regatistas en una regata tan icónica como The Ocean Race”, relata Manera con una sonrisa perenne en el rostro.

Su incorporación al Biotherm se produjo tras una llamada de Amelie Grassi, co-patrona, que buscaba un reemplazo para Sam Goodchild. Amelie y Carlos se conocían de anteriores regatas, y su experiencia en foiling y conocimiento del Mediterráneo fueron claves para su elección. “Paul, el skipper, buscaba navegantes autónomos y polivalentes, capaces de asumir responsabilidades en todos los ámbitos.  Si bien existen roles tradicionales (proa, trimmer, navegante, skipper), en el Biotherm la filosofía es que todos sean navegantes en solitario, compartiendo responsabilidades y aprendiendo de cada etapa”.

Carlos destaca la dificultad de dormir en el barco debido a las constantes maniobras (cada 30-40 minutos) y al calor extremo en el interior del casco de carbono (hasta 40 grados), agravado por la imposibilidad de abrir la escotilla a altas velocidades para evitar el ingreso de agua. ”El calor a bordo ha sido de las cosas más duras de de gestionar… A partir de los 10 nudos no puedes abrir nada. Además no hay tiempo para dormir. Hubo tal cantidad de maniobras que teníamos que estar todos listos. Después, que todo está muy medido. Se discute hasta el último gramo y esto tiene que ver con llevar un bote pequeño de pasta de dientes para compartir entre todos e incluso mirar si te llevas cuatro, cinco o seis calzoncillos…”.

Ahora su futuro es incierto, pero seguro que le siguen saliendo grandes proyectos dado su rendimiento.  Su contrato con Biotherm finaliza tras The Ocean Race Europe, y además el equipo se disuelve.  Carlos mantiene la esperanza de participar en futuras regatas, incluyendo la vuelta al mundo, pero reconoce la dificultad de encontrar patrocinadores en España.

Carlos finaliza la charla reflexionando sobre esa falta de recursos en la vela oceánica española, a pesar del talento existente.  “A mí me rompe el corazón cuando lo pienso, pero bueno… si nos dan oportunidades fuera de casa, hay que cogerlas, porque si dentro de casa no hay oportunidades, pues tenemos que seguir buscándolas fuera”. Mientras espera nuevas oportunidades, continúa su carrera, combinando regatas offshore con otras competiciones, como las Voiles de Saint-Tropezpara seguir ganando millas por la popa.  Su historia es un ejemplo de perseverancia, talento y adaptación a un mundo altamente competitivo.

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