Mientras la cuenta atrás hacia el inicio de la 38ª edición de la Copa América en Nápoles en 2027, la organización acaba de publicar las normas de la clase AC75 y el reglamento técnico, entre los que destacan el adiós de los ciclistas a bordo, cuya potencia será suplida por baterías, y la presencia obligatoria de una regatista femenina a bordo de los barcos.
Estos documentos también destacan que se ha tomado la decisión de competir en Nápoles con cascos de la pasada edición de la Copa América (o modificados a partir de las versiones AC36 de 2021). En un análisis detallado se reconoció que que los cascos en sí mismos representaban ventajas mínimas, apenas perceptibles en la práctica. Además, en el protocolo se han establecido medidas de contención de costes en lo que respecta a los presupuestos generales de los equipos.
Hablando de las reglas de clase y el reglamento técnico, Dan Bernasconi, diseñador jefe del Emirates Team New Zealand y uno de los principales artífices de las reglas junto con Nick Holroyd, del Athena Pathway, explica: «Nosotros, como colectivo entre el defensor y el challenger of record, analizamos todas las formas de casco utilizadas en Barcelona en la AC37 y reconocimos que las diferencias de velocidad puramente de los cascos eran mínimas. Todas las mejoras se obtuvieron en los foils y los sistemas; por lo tanto, tenía mucho sentido concentrar el tiempo de diseño en esas áreas de desarrollo y reutilizar los cascos. Otro gran cambio se producirá en los sistemas de gestión electrónica, ahora que se han prohibido los ciclistas, pero el resultado será una regata aún más reñida y un evento sostenible en general».
Los equipos comenzarán ahora a trabajar en la adaptación de sus AC75 a la nueva normativa y, mientras tanto, gran parte del entrenamiento se centrará en la clase AC40, en la que los equipos podrán utilizar dos barcos con vistas a las tres regatas preliminares iniciales previstas para 2026. Durante esas regatas, los equipos podrán inscribir dos barcos, uno de los cuales contará con una mezcla de regatistas jóvenes y mujeres, tal y como se establece en el protocolo.
El cambio más destacado es que se requiere que al menos una mujer forme parte del equipo de cinco regatistas que van a bordo del barco, y la incorporación de un quinto miembro activo a la tripulación supone un mayor énfasis en la estrategia de la regata y la navegación posicional en el campo de regatas. Esta medida alinea y acerca a los equipos femeninos de la Copa América de cada sindicato, ya que la rotación es inevitable y se necesitará una gran cantidad de talento para la campaña desde ahora hasta 2027.
Además, la introducción de la posición del invitado a bordo en los AC75 durante las regatas supone el resurgimiento de un programa que no se veía desde Valencia en 2007, lo que abre el evento más importante de la vela mundial, la Copa América, a un público más amplio.
Pueden consultar las nuevas normas de la clase AC 75 aquí y el reglamento técnico aquí.
