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Forbes Talks Women bEYond | El futuro de las asesorías jurídicas

Cómo abordar la transformación de la función jurídica en un entorno global: retos y cambios que afrontan los abogados corporativos.

Fotografía: David Aguado

En un entorno global cada vez más competitivo, marcado por la digitalización, la internacionalización y la demanda de mayor eficiencia, el área jurídica se ha convertido en actores clave de la estrategia empresarial. ¿Qué buscan ahora las compañías en sus socios legales estratégicos? ¿Qué evolución han experimentado las asesorías jurídicas, tanto internas como externas, para adaptarse a las nuevas necesidades del mercado? ¿Qué impacto tienen la legaltech y los modelos híbridos en los modelos de negocio?

Para analizar cómo los abogados corporativos y sus departamentos están dejando atrás su rol tradicional y dar respuestas a las nuevas necesidades de las empresas, el pasado mes de julio Forbes y EY reunieron a un panel de expertas en Forbes House. Este estaba formado por Carmen Esteban García-Bernalt, directora en el departamento de Corporate M&A de EY Abogados; Cristina Mangado Villalba, Senior Legal Counsel – Legal&Commercial de FUJITSU; Teresa Parada Cano-Lasso, abogado de Heineken España; Leonor Serra Marí, Senior Legal Counsel General Dynamics European Land Systems- Santa Bárbara Sistemas; Casilda Bautista González del Valle, directora legal de Portobello Capital; Ana Molina Pérez-Tomé, Legal Counsel AXPO; y Berta Gonzalo García, Legal&Corporate Compliance SGS Iberia.

La moderadora de jornada fue la Head of Content de Forbes Women, Vera Bercovitz, la cual puso sobre la mesa la primera cuestión a debatir: “¿cuáles son las señas de identidad de la reestructuración que están protagonizando los departamentos legales para ser más ágiles y eficientes.”.

Carmen Esteban no tenía duda que el motor común de cambio de las asesorías jurídicas era la digitalización. A su respuesta se unía Ana Molina, quien destacaba que la tecnología, en combinación con los modelos híbridos, permitía a los equipos de legal desarrollar un enfoque más estratégico, al automatizar procesos de documentación y poder dedicarse a tareas que “realmente aportan valor”. “Cuanto más nos podamos centrar en el negocio, mejor”, subrayaba además Casilda Bautista, directiva de Portobello.

Pero ¿cuáles son los principales desafíos a los que se enfrentan las asesorías jurídicas internas actualmente? Teresa Parada indicaba tres: la digitalización en sí, la agilidad que exige la digitalización y el exceso de regulación. “Esto obliga a los equipos de legal a trabajar de forma más rápida y a traducir el pensamiento complejo en un lenguaje sencillo, que sea comprensible para la organización. Nuestra labor ahora no es sólo la de valorar riesgos, sino también la de identificar oportunidades de negocio y adelantarnos a los riesgos”.

“Las empresas deben apostar por este cambio tecnológico para que los departamentos de asesoría jurídica puedan ser más dinámicos y dar una respuesta rápida. Incorporar esas nuevas herramientas digitales es el verdadero reto, porque requiere de una gran inversión”, apuntaba Serra Marí.

Y “¿qué papel juega la inteligencia artificial (IA) en este cambio?”, interrogaba la moderadora. Ana Molina destacaba el apoyo que brinda esta herramienta, pero también el hecho de que es necesario un filtro humano que analice los resultados. Algo con lo que se mostraban de acuerdo Carmen Esteban, Berta Gonzalo y Teresa Parada. Esta última indicaba que, la IA ya asombra, y solo es el comienzo. La IA realiza tareas antes impensables, pese a estar aún en una fase inicial.

Por su parte, la representante de FUJITSU señalaba la importante ayuda que brinda la IA a la hora de trabajar a nivel internacional, ya que permite realizar una comparativa entre la legislación basada en el código romano y la anglosajona de forma rápida y eficaz. No obstante, esta ponía el acento en la necesidad de formar a los abogados de todas las generaciones para que abracen esta herramienta, y a que educarles en que utilicen su sentido crítico para analizar los datos obtenidos por esta.

Internacionalización e hiperregulación

Leonor Serra Marí y Carmen Esteban se mostraban en línea con tal afirmación, y Berta Gonzalo señalaba también la importancia de que las empresas, con presencia internacional, cuenten con una normativa comunitaria, que sirva de base para todos departamentos jurídicos: “Es cierto que esta luego se deberá adaptar a la legislación propia de cada territorio, pero tenerla facilita mucho el trabajo y, sobre todo, permite lograr resultados mejor alineados con los otros países”.

Esta aseveración servía a Ana Molina para poner sobre la mesa un nuevo tema: el problema que supone la hiperregulación: “Esta hace que sea crucial que haya una buena coordinación y una mejor comunicación entre los departamentos para que podamos evaluar riesgos y obtener un resultado coherente”. Y es que, tal y como apuntaba Teresa Parada, el exceso de regulación genera incertidumbre, pero también “un coste añadido a las empresas, restando competitividad, al tener que adaptarse a diferentes legislaciones en constante cambio”.

Retos y nuevas tendencias

Todos estos retos hacen vital la colaboración entre los departamentos, pero, en muchos casos, también el apoyo de un asesoramiento externo. “Estos permiten contar con un servicio técnico específico para un área, lo que ofrece la posibilidad al equipo jurídico de la empresa de focalizar su trabajo en tareas relevantes”, explicaba la directiva de EY. “Esto hace que los departamentos jurídicos seamos mucho más ágiles y prácticos, y ofrezcamos soluciones mucho más creativas y eficaces”, recalcaba Serra Marí. “Contar con especialistas externos, nos permite a los abogados in house desarrollar un mejor conocimiento del negocio, al contar con más recursos y tiempo para hacerlo”, puntualizaba Parada Cano-Lasso.

“El reto que tenemos por delante los departamentos jurídicos –concluía Ana Molina– es el de lograr reducir costes y mejorar eficiencia. Pero nunca hemos de olvidar que cada caso que se nos presenta es un traje hecho a medida, todos son diferentes, y, por tanto, el criterio para confeccionarlos es fundamental, más allá de la tecnología. Lo importante son las personas que lo hacen”.

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