Así ha sido la I jornada del XXIII Congreso Nacional de la Empresa Familiar

Su Majestad el Rey Felipe VI ha pedido este lunes “no caer en el pesimismo” ante un 2020 que está siendo “un año difícil” por el “inmenso reto histórico” del virus para España, la Unión Europea y el resto de países, durante la inauguración del XXIII Congreso Nacional de la Empresa Familiar, celebrado por primera vez de forma virtual bajo el título La fuerza de la recuperación.

Asimismo, ha insistido en que instituciones, empresas y familias demuestren su “capacidad y voluntad para unir fuerzas” y encontrar soluciones para el corto, medio y largo plazo, resolver los retos que ya existían antes de la pandemia que son “más urgentes” y poder dar “más esperanza” y “optimismo” para superar la crisis.

En su discurso de apertura del encuentro, el Monarca ha apelado a mantener la apuesta por la sostenibilidad, afrontar el riesgo climático, una mayor cohesión social, la igualidad de género, la digitalización o la gobernanza de los grandes asuntos globales, pese a que el virus “es un reto histórico para España y para la UE”.

El Instituto de la Empresa Familiar reúne en este evento, celebrado en colaboración con KPMG y Santander, a reconocidos empresarios con el objetivo de dar a conocer como está viendo el sector la actual situación de pandemia.

El papel de las empresas familiares en la economía española

Marc Puig, presidente del grupo de cosmética del mismo nombre y del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), ha dado la bienvenida a los ponentes y seguidores del evento.

Durante su intervención, el directivo ha destacado el papel de las empresas familiares como garantes del empleo y de protección del medioambiente y defensoras del capitalismo inclusivo.

Además, ha hecho hincapié en que “no todo se reduce únicamente al beneficio”, sino que las empresas “deben crear prosperidad económica y valor social”, una “característica propia de la empresa familiar”, cuyo horizonte temporal es de generaciones, impulsando la formación.

“Las empresas familiares somos imprescindibles para llevar adelante el proceso de relanzamiento, recuperación y transformación que tiene que abordar nuestro país. Por nuestros valores y especialmente por nuestra capacidad de liderazgo”, ha subrayado Puig.

Crecimiento frágil

Las previsiones de los empresarios del IEF, que representan a más de 100 grandes empresas cuya facturación equivale al 16% del PIB, se muestran pesimistas.

En concreto, el 68% de los empresarios encuestados este lunes en la inauguración del Congreso vaticinan un crecimiento frágil de la actividad sin creación de empleo en 2021, mientras que el 31% apuesta por un moderado aumento de la actividad con una limitada creación neta de empleo. Solo el 1% de los encuestados creen que puede haber un ‘rebote’.

Un pesimismo que también se traslada a las expectativas de facturación de sus propias compañías: el 42% de los empresarios espera igualar el nivel de ventas en 2021, el 27% espera una reducción y el 31% un aumento.

En cuanto al empleo, solo el 10% estima que aumentará sus plantillas, mientras que el 63% mantendrá los mismos niveles de empleo y el 27% lo reducirá.

Entre las medidas adoptadas para hacer frente a la crisis provocada por la COVID-19 destaca el teletrabajo (71% de los encuestados); seguido por los ERTES (56%) y la adaptación de las estructuras productivas (55%).

Rechazo a un estado de alarma hasta mayo

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha rechazado durante su intervención en el evento el planteamiento de un estado de alarma hasta mayo. En este sentido, ha advertido del daño que puede hacer a la economía y ha pedido que se haga con plazos más cortos con control parlamentario.

“Podemos compartir las medidas pero no los plazos, pensamos que esto hay que revisarlo de forma más periódica (…) ¿Qué hacemos con la Semana Santa? ¿Nos la cargamos directamente con falta de confianza porque planteamos este plazo de mayo? Yo creo que es una auténtica barbaridad”, ha dicho Garamendi durante su intervención en el XXIII Congreso Nacional de la Empresa Familiar.

Un estado de alarma de 8 semanas

Pablo Casado ha condicionado este lunes su apoyo al estado de alarma a que no dure más de ocho semanas y a que se apruebe “de una vez” un marco legal con una modificación de la ley 3/86 que podría estar listo ya en diciembre.

Durante la clausura de la primera sesión del XXIII Congreso Nacional de la Empresa Familiar, el líder del Partido Popular ha planteado limitar el plazo de aplicación de esta medida excepcional que, a su juicio, “no puede superar en ningún caso las ocho semanas”.

Asimismo, ha solicitado que se limite la movilidad en los próximos puentes festivos, medidas para “salvar la campaña de Navidad” y modificar las leyes sanitarias para no acudir a la alarma.

Todo sobre la pandemia

El primer bloque de la tarde ha comenzado con la entrevista a D. David Nabarro, encargado de la OMS para el Covid-19. El doctor, que ha contestado a las preguntas a través de un vídeo desde Ginebra, ha sido muy claro respecto a la evolución del virus:”Nos encontramos en una fase de aceleración de la pandemia. El virus no ha cambiado. Sigue siendo extremadamente peligroso”, ha asegurado Nabarro.

Respecto a la pregunta sobre si en algún momento volveremos a recobrar la normalidad previa al virus, Nabarro ha sido muy claro, asegurando que “este virus está cambiado el virus para siempre. Tenemos que aprender a vivir con la amenaza constante que es este virus”.

Por su parte, D. Josep Baselga, director mundial de I+D del Área Oncológica de AstraZeneca en conversación con el conductor de la jornada, Vicente Vallés, ha aseguro que “la industria farmacéutica no va a proponer una vacuna para la población hasta que no tengamos evidencias claras de su seguridad”.

D. Fernando Rodríguez-Artalejo, catedrático y director del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid, ha asegurado que “no solo hace falta que la vacuna reduzca el número de infecciones sino las infecciones más grandes, por lo que es importante los resultados de la respuesta inmunológica en las personas mayores”.

Según Rodríguez-Artalejo, “con una eficacia del 80%, una buena tasa de vacunación en la población y una buena inmunidad de rebaño, tendríamos un entorno favorable, por lo que las dos palabras soné esperanza e incertidumbre”.

“Aunque es incómoda, ya tenemos una buena vacuna que es la mascarilla”, sentencia Rodríguez-Artalejo.

Por su parte, D. Ignacio de la Torre, socio y economista jefe de Arcano, asegura que “la buena noticia es que cuanto más caiga el PIB este año, más fácil será la recuperación el año que viene, por lo que creo que en dos años y medio vamos a recuperar el PIB previo a esta crisis, cosa que en la crisis de 2008 nos costó diez años”.

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