Echa un ojo a Instagram y a Tik Tok. También mira en las listas de éxitos más escuchados del momento. Cotillea en las giras que están arrasando en taquilla. Y por último, verifica que la mayoría de protagonistas todas estas facetas mediáticas son mujeres artistas que están arrasando con su presencia en el escenario. Es como si la energía de figuras como Madonna, Britney Spears, Beyoncé e incluso las Spice Girls hubiera renacido -por fin- en las nuevas generaciones. No hablamos cantantes que simplemente derrochan talento musical, sino de aquellas que ofrecen espectáculo. Que provocan un fenómeno fan. Que crear una marca personal.
El sueño de todas y todos aquellos nostálgicos del fenómeno fan de los 2000 se ha cumplido con la llegada a los escenarios y a Spotify de artistas como Sabrina Carpenter, Addison Rae, Tate McRae y Dua Lipa. Gracias a sus micrófonos bien puestos, han logrado resurgir de la tumba al fenómeno de las popstars femeninas.
Una de las claves de este regreso es la fuerte conexión que estas artistas mantienen con sus fans a través de redes sociales. TikTok, Instagram y YouTube permiten que Addison Rae, Tate McRae y Sabrina Carpenter interactúen directamente con su público, creando comunidades leales y generando viralidad casi automática para sus canciones. Esta cercanía redefine cómo las popstars femeninas construyen su base de seguidores y cómo se mantiene la relevancia en un mercado saturado. En resumen, representan una marca que el público quiere comprar y formar parte.
Asimismo, hay que resaltar las puestas en escena en sus giras, ya que sus colores, pasos de bailes y estética se diferencia a países de distancia. ¿Ejemplos? Las posiciones distintas de la canción Juno de Carpenter, los cambios de vestuario de Lipa o la flexibilidad única de McRae a la hora de llevar a cabo sus coreografías.
Cada una de sus personalidades musicales e identidades estéticas las hace únicas. Dua Lipa combina un pop sexy con toques disco ochenteros; Tate McRae apuesta por un pop coreográfico que te levanta a bailar cada canción; Sabrina Carpenter vende un pop satírico enamoradizo; Addison Rae proyecta un pop ingenuo y etéreo, que conecta con los más sensitivos.
Las estrellas del firmamento musical
Sabrina Carpenter, con un patrimonio estimado en 16 millones de dólares, está dando una lección a todos los manchild -inmaduros- repartidos por el mundo con sus sátiras románticas convertidas en moralejas modernas del amor actual. Desde su cohete mediático Espresso, sus nuevos proyectos se han presentado al mundo como nuevos mesías a los que escuchar y repetir. Primero su álbum Short n’ Sweet y ahora Manchild, esta rubia tan pícara está encandilando a toda la gen Z con sus videoclips -que parecen cortos de lo trabajados que están- y su estética retro nostálgica. Sin olvidar sus influencias tan pegadizas como ABBA o Dolly Parton, Sabrina se ha convertido en un icono y en una portavoz de la femenine rage -ira femenina- desde una imagen short y muy sweet.
Dua Lipa, con un patrimonio estimado en 106 millones de euros, es una de las precursoras de este nuevo movimiento. Su reinado en la música pop surgió tras el éxito de su álbum Future Nostalgia y, ahora, su gira Radical Optimism está dejando espectáculos inolvidables y outfits de ensueño. Su evolución como artista e intérprete ha sido, sin duda, uno de sus grandes ases bajo la manga. Basta con recordar cómo ha evolucionado desde convirtió su meme favorito -ese baile improvisado de One Kiss– hasta la espectacular coreografía de Houdini, que muestra hasta qué punto ha crecido en el escenario. Eso sí que es una auténtica popstar. Por si fuera poco, en una entrevista reciente con British Vogue confesó que está en pleno proceso creativo en el estudio, trabajando en nuevas canciones que, según ella misma, están inspiradas en su historia de amor con su prometido Callum Turner.
Addison Rae, inicialmente la princesa de TikTok, ha consolidado su carrera musical con su álbum debut Addison, lanzado este pasado junio. Este proyecto tan personal incluye exitosos sencillos como Diet Pepsi y Aquamarine, que han sido bien recibidos por la crítica y el público, al representar un nuevo sonido más relacionado con la influencia del norte de europa. Con un patrimonio estimado en 25 millones de dólares, Addison ha demostrado que con trabajo duro, mucha personalidad y obviar las opiniones ajenas, puedes convertirte en la nueva Britney Spears.
Tate McRae, con un patrimonio de 5 millones de dólares, ha lanzado su tercer álbum de estudio, So Close To What, y lo está petando. Sus temas Revolving Door y Sports Car están pegadas en todas las cabezas y en los títulos de muchos de los reels que aparecen en nuestro algoritmo. Además, sus bailes -Tate está formada en danza- dejan con la boca abierta tanto en sus videoclips como en presentaciones en vivo, donde combina un talento melódico sorprendente y un gran dinamismo con sus coreos de fantasía.
En definitiva, estas artistas no solo dominan las listas de éxitos y los trends de redes sociales, sino que también están redefiniendo en directo el pop femenino. Estamos viviendo una nueva época musical y ellas llevan la batuta. Sus predecesoras están orgullosas y sus sucesoras estarán más que agradecidas, pero por el momento, sus fans están en la gloria.