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Cultivar un propósito

Fernando Oteiza integra Personas y Operaciones de esta compañía, alineando cultura, liderazgo y resultados, para ser el lugar en el que querrán trabajar nuestros hijos.

Fotografía: Cecilia Díaz Bezt

“Compensar adecuadamente es cuidar, reconocer y proyectar el futuro”, reflexiona Fernando Oteiza, director de Personas y Operaciones de la compañía. Con esta idea en mente, Ametller Origen está cultivando una forma de trabajar que no solo fideliza el talento, sino que también multiplica su impacto en la sociedad, una transformación organizativa adaptada a sus trabajadores y en línea con su objetivo como empresa desde hace veinticuatro años: el cultivo, producción, distribución y comercialización de alimentos de calidad.“Cambiar el mundo vendiendo acelgas”, como dice su fundador Josep Ametller. Por ello, la integración de las direcciones de Personas y Operaciones bajo un mismo paraguas no es solo estructural, sino estratégica.

“No entendemos la excelencia operativa sin poner a las personas en el centro”, asegura el directivo. Esta visión también se refleja en la experiencia de marca interna que están desarrollando. “Queremos mostrar nuestra forma de ser y de hacer, asegurándonos de que la realidad esté en sintonía con lo que prometemos”, cuenta Oteiza. Además, la compañía ha lanzado BATEC, un modelo de participación que actúa como “el nuevo latido” de la organización.

«No entendemos la excelencia operativa sin poner a las personas en el centro»

Con este enfoque, la gestión deja de ser un proceso unidireccional y se convierte en una práctica colectiva, fundamentada en los métodos de trabajo compartidos, la transversalidad real y las dinámicas de retroalimentación continua. De esta manera, y en esta era de tribus interconectadas, Ametller Origen ha decidido derribar sus muros internos.

“Hemos evolucionado de departamentos aislados a ecosistemas colaborativos, donde áreas como producto, personas, operaciones y cliente trabajan hacia un mismo objetivo”, comenta. Este enfoque no solo potencia la agilidad y la calidad de las decisiones, sino que también aumenta el compromiso de los equipos y fortalece el sentido de pertenencia.

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