Entre la montaña y el Mediterráneo, Mataró vive un momento de transformación que Arkadii Oganian, Xavier Vilalta y Ara Safarian, fundadores y socios de AREV HOMES, han querido aprovechar asumiendo el reto de construir Amura: un proyecto residencial de alta gama e impacto climático positivo capaz de integrar, además, diseño y rentabilidad. “El resultado -afirma Arkadii- es un hito arquitectónico que combina mar, diseño contemporáneo y sostenibilidad,” y que responde al gran reto actual de integrar el sentido de pertenencia a la arquitectura. “Necesita alejarse de soluciones homogéneas y apostar por proyectos que respondan a su contexto específico, respetando la identidad cultural, social y medioambiental de cada lugar. Es esencial evitar la estandarización que deshumaniza las ciudades”, añade el también arquitecto Xavier Vialta.
¿Qué aporta un proyecto de lujo sostenible residencial como éste en este panorama?
Arkadii: Ante todo, una respuesta muy concreta al reto de la descarbonización. La edificación representa cerca del 37% de las emisiones globales de CO₂, de las cuales aproximadamente un 8% proviene de la fabricación de cemento. Nosotros sustituimos la estructura tradicional por CLT y conseguimos un ahorro neto de 2. 341 toneladas de CO₂, que equivale a sacar de circulación unos 510 coches durante un año entero. Con ello demostramos que el lujo puede ser literalmente carbono-negativo: ofrecemos al comprador una vivienda de alta gama con impacto climático positivo y al mercado peninsular una referencia tangible de cómo alcanzar los objetivos climáticos sin renun- ciar al diseño ni a la rentabilidad.
Y ¿a este área del Maresme en concreto?
Arkadii: Queríamos rendir homenaje a la cultura náutica local. Está concebido como un yate varado en tierra: las terrazas de tarima y las formas curvas evocan cubiertas y pasarelas, mientras que los voladizos blancos están lacados en composite marino, el mismo material que se emplea en los cascos de las embarcaciones de lujo. Esa piel refleja la luz, proyecta sombra y refuerza la sensación de estar en la cubierta de un barco.
«La terraza te hace sentir en tu propio yate», afirma Arkadi Oganian
Xavier: En Vilalta Studio creemos que la sostenibilidad debe ser el punto de partida para mejorar la calidad de vida. Se cree que ser sostenible significa renunciar al confort o al lujo y nosotros trabaja- mos para demostrar lo contrario.
En su proyecto está muy presente también la capacidad de revalorización del inmueble ¿por qué?
Ara: Concebimos Amura no solo como un edificio bonito, sino como un activo que gana valor real con el tiempo. Y en una zona como El Rengle, donde la oferta es tan limitada, eso marca la diferencia.
¿Cuáles son las cifras que proyectan?
Ara: Una rentabilidad neta por alquiler de larga estancia cercana al 3,8 % anual y una revalorización acu- mulada entre +15 % (escenario base) y +25 % (optimista) hasta 2027. Com- binando ambos factores, el retorno total puede superar el 30 % en dos años, lo cual es muy competitivo en el segmento premium. Especialmente en una zona como Mataró dónde hay margen de crecimiento real.
Y ¿hasta qué punto es importante la decisión sobre el diseño en un proyecto así?
Arkadii: Es fundamental. Elegir Vilalta Studio, con una trayectoria internacional reconocida en arquitectura sostenible, es coherente con los valores del proyecto. Su capacidad de integrar estética, funcionalidad y eficiencia hace que el diseño sea parte esencial del valor añadido y de la experiencia de vivir en una vivienda como esta.
