Por supuesto es normal que si pasas demasiado tiempo con la misma postura sientas que se te duerme la zona o te resulta incómoda, pero desde luego es una sensación de malestar temporal. En el año 2010 un par de estudios resolvieron que cruzar las piernas provocaba una peor tensión arterial, sin embargo estos solo se hicieron con una prueba y no pudieron ser demasiado fiables, ya que a los tres minutos de descruzar las piernas, la tensión y presión arterial vuelven a estar estables.
¿Y las varices? Por lo general, pequeñas válvulas en los vasos sanguíneos impiden que la sangre fluya hacia atrás en la dirección equivocada, pero si esas válvulas se estiran y debilitan la sangre se pueden aglutinar, dando lugar a las venas dilatadas que llamamos venas varicosas. Cruzar las piernas no se ha demostrado que es un factor crucial, sino algo más bien genético.
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Así que si las venas, la presión y las varices no son afectadas por esta costumbre, ¿qué tiene de malo? Lo único que un estudio ha concluido es que las personas que doblan sus piernas durante más de tres horas tienden a doblar su espalda, encorvarla y a adquirir una mala postura. Sin embargo, otro estudio arrojó que si se pone recta la espalda mientras se cruzan las piernas ya no existe ningún problema de postura.
¿Mito resuelto? Parece que la ciencia sí ha podido dar una explicación razonable a esta leyenda urbana con la que más de uno se reprimía ese pequeño vicio, el cual se ha demostrado que no es tan dañino como lo pintaban.