La IA está cambiando drásticamente nuestra forma de trabajar, decidir y liderar. Lo que antes era un conjunto de herramientas especializadas ahora está integrado en todo, desde las hojas de ruta de productos hasta las políticas públicas, y es utilizado por casi todos. Pero a medida que los algoritmos empiezan a influir en la contratación, la inversión presupuestaria y los servicios que apoyan a nuestras comunidades, hay una verdad que se vuelve más difícil de ignorar: si no lideramos con ética, la tecnología liderará sin nosotros.
Esto es especialmente cierto en los sectores de servicios públicos, donde la confianza lo es todo y la transparencia no es opcional. Si bien gran parte del mundo de las startups busca la disrupción, la verdadera oportunidad podría residir en algo menos ostentoso: diseñar IA para apoyar a quienes impulsan el funcionamiento de nuestras comunidades.
Como fundador y coach, he visto surgir un nuevo tipo de liderazgo que combina la innovación técnica con la responsabilidad pública. Y es aquí, en la intersección de la escala y el servicio, donde se está construyendo la próxima generación de startups con impacto.
A continuación se presentan tres estrategias que los fundadores impulsados por una misión pueden utilizar para hacer que la IA sea más impactante, responsable y competitiva, especialmente cuando sirve al sector público.
1. Diseñar una automatización que empodere, y no reemplace, a los trabajadores públicos
Desde los departamentos de finanzas locales hasta las oficinas de planificación comunitaria, las agencias públicas están sobrecargadas. Muchas carecen de recursos y están sobrecargadas. Sin embargo, su labor —asignar fondos, mantener la infraestructura y servir a la ciudadanía— es fundamental para nuestra sociedad.
Aquí es donde la IA puede destacar: no como un factor destructor de empleos, sino como un multiplicador de fuerza. Según Deloitte, casi el 70 % de los ejecutivos del sector público cree que la automatización liberará tiempo para que los empleados se concentren en tareas de mayor valor, especialmente en puestos donde la contratación y la retención son desafíos constantes.
Esto no significa eliminar a las personas de la ecuación. Significa diseñar sistemas que gestionen tareas repetitivas, mejoren la velocidad y la precisión, y permitan a los profesionales cualificados dedicar más tiempo a resolver problemas del mundo real. Los emprendedores que adopten esta mentalidad encontrarán oportunidades para generar un impacto duradero en lugares donde la capacidad humana es más limitada.
2. Incorporar transparencia en cada decisión sobre productos
La confianza no es solo resultado de un buen producto. A menudo, es inherente al propio producto. Para las empresas que trabajan con el gobierno o con sectores regulados, la transparencia no es opcional.
Uno de los mejores ejemplos que he visto proviene de Matt Parks, vicepresidente de Producto y Estrategia de Software Solutions Inc., empresa que desarrolla herramientas de automatización para clientes gubernamentales. Parks explica que los clientes del sector público se preocupan profundamente por la visibilidad y la confianza: «Las agencias gubernamentales necesitan herramientas transparentes, fiables, seguras y fáciles de explicar. Cada función que desarrollamos debe ser rastreable y tener un propósito».
Eso significa construir con previsión, no solo con funcionalidades. Los registros de auditoría, los flujos de trabajo de aprobación y las rutas de datos claras no solo satisfacen las necesidades técnicas, sino que también brindan confianza a los usuarios finales. Parks también compartió cómo su equipo utilizó por primera vez la IA internamente para mejorar la atención al cliente, aprendiendo de primera mano cómo equilibrar la automatización con la responsabilidad humana antes de expandirla.
La transparencia también va más allá de la interfaz. Las actualizaciones periódicas, las notas de lanzamiento y la comunicación fluida demuestran a los clientes que no solo entrega software, sino que ofrece una relación basada en la responsabilidad.
3. Tratar el diseño ético como una ventaja competitiva
Muchas startups creen que las consideraciones éticas son beneficiosas hasta que se dan cuenta de que, en realidad, son un factor decisivo. Un número creciente de agencias, instituciones y compradores empresariales priorizan a socios que puedan demostrar imparcialidad, precisión y responsabilidad en sus tecnologías.
Según Tech Policy Press, la IA responsable ya no es sólo una preferencia ética: es una necesidad empresarial, especialmente en sectores sensibles o altamente regulados.
Y no solo los compradores de tecnología se preocupan. El informe Tendencias de Capital Humano 2024 de Deloitte reveló que la transparencia se considera ahora un factor clave tanto para la confianza de los empleados como para la de las partes interesadas externas. Internamente, los trabajadores esperan comprender cómo se utilizan las herramientas de IA, cómo se toman las decisiones y cómo podrían evolucionar sus funciones. Externamente, los clientes y los socios públicos desean tener visibilidad sobre cómo las decisiones tecnológicas se alinean con valores más amplios como la equidad, la inclusión y la rendición de cuentas.
“Cuando tu producto refleja esos valores, se gana la confianza a largo plazo y se convierte en la opción preferida”, afirmó Parks. Y la confianza, especialmente en el gobierno local, se transmite rápidamente. El diseño ético genera una lealtad que no se puede comprar solo con marketing o precios.
En mi propia experiencia asesorando a empresas emergentes, he visto cómo las decisiones de diseño basadas en valores (como la IA explicable, las opciones de exclusión voluntaria y las prácticas de datos inclusivas) en realidad convencen a los tomadores de decisiones cautelosos y generan capital reputacional que abre puertas más grandes.
Construyendo nuevas empresas que escalan y sirven
El sector público no siempre es noticia, pero es uno de los mejores lugares para demostrar la verdadera capacidad de permanencia de tu producto. Los fundadores que buscan un crecimiento rápido suelen pasarlo por alto, pero quienes triunfan allí saben que es una prueba que va más allá de las simples características. Para prosperar, tu solución debe generar confianza, apoyar a personas reales que trabajan duro y alinearse con valores que importan a comunidades enteras.
Los fundadores que priorizan el diseño ético, los sistemas transparentes y la innovación centrada en las personas no sólo tendrán éxito en el gobierno; establecerán un nuevo estándar en todas las industrias.
La próxima generación de líderes exitosos en IA no serán los que se muevan más rápido, sino los que construyan de manera más responsable, combinando el rendimiento con el propósito y haciendo del bien público una parte de su modelo de crecimiento desde el primer día.
Porque en la era de la IA, hacer el bien y hacerlo bien no son opuestos. Por fin van por el mismo camino.
