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ChatBlu, el gestor de inventario con IA ‘made in Valencia’: «Los dueños de tiendas online se podrán olvidar ya de su inventario»

Forbes habla con los fundadores del primer agente de gestión de inventario de comercio electrónico con IA, una apuesta que ya en sus primeros pasos ha conseguido una financiación de 500.000 dólares.

Kristian Lukauskis, Alexander Dillon y Luis Varona Gómez, fundadores del proyecto. Fotografía: Óscar Garrido.

Largos inventarios, stocks inexistentes que impiden incrementar ventas, tendencias que no se preveían… no son pocos los retos a los que una empresa ha de enfrentarse en su día a día. Por eso, para hacerlo más fácil, un grupo de jovenes con el mar Mediterráneo como unión han decidido dar un paso adelante en la automatización de estos pequeños aspectos que pueden marcar el buen funcionamiento de nuestra compañía. Hablamos de ChatBlu, un novedoso sistema que desde este septiembre prevé ayudar y hacer crecer a empresas a pasos agigantados gracias al primer agente de gestión de inventario de e-commerce con IA. Además, de una forma sencilla, ya que la plataforma se integra con Shopify, Amazon, TikTok Shop, Etsy, entre otros. Una oportunidad para proyectos que, alegan, tiene mucho que decir.

Para ello, para saber qué hay detrás de ChatBlu, Forbes analiza con sus fundadores -Kristian Lukauskis, Alexander Dillon y Luis Varona Gómez, salvo Sairam Vangapally, que no puede estar presente- todas las claves.

¿Dónde comienza realmente ChatBlu? ¿En una conversación casual, en una frustración concreta… en una hoja de cálculo?

Kristian solía tener una agencia de marketing para ayudar a empresas E-Commerce a vender en TikTok e Instagram. Durante este tiempo fue viendo los problemas que surgían más allá del marketing para sus clientes en distintos departamentos. Fue durante una visita a las oficinas de EightSleep (de las tiendas más grandes de la historia de Shopify facturando una media de $350M anuales, utilizado por Elon Musk, Mark Zuckerberg, etc…) que conociendo al CTO pudo entender lo doloroso que era el problema de gestión de inventario.

Venís de ciudades diferentes, con trayectorias formativas internacionales. ¿Qué os une, más allá del algoritmo?

Nos une Valencia. Por un lado, Kristian y Alex han sido compañeros de colegio desde pequeños en el American School de Valencia. Por otra parte, Kristian y Luis se conocen también desde pequeños, ya que, además de ser vecinos, iban juntos al mismo equipo de fútbol. El año pasado, Kristian, artífice del proyecto, decidió contar con Luis y Alex para desarrollar ChatBlu, y fue ahí cuando Alex y Luis se conocieron. Afortunadamente, el ambiente de trabajo y la relación entre nosotros tres es muy buena, siendo mucho más fácil tomar decisiones y disfrutar de nuestro trabajo. A pesar de haber estado desde el comienzo hasta ahora cada uno en una parte del mundo, nos hemos sabido organizar bien para poder atender siempre a las llamadas de equipo y para distribuirnos el trabajo. A veces, eran Luis (desde Valencia) y Alex (desde Londres), los que sacrificaban horas de sueño para atender las llamadas, puesto que Kristian se encontraba en Estados Unidos; y otras era Kris el que lo hacía. Por suerte, estos meses de verano nos encontramos los tres en Valencia, y eso nos facilita muchísimo el poder vernos y trabajar juntos de forma presencial. Por otro lado, no podemos olvidarnos de Sairam Vangapally, nuestro CTO, con 4 años de experiencia como desarrollador de software en Amazon en EEUU, creando programas potenciando a más de 120 centros de distribución de Amazon en toda norteamérica, que es la otra pata que no está presente hoy pero es igual de relevante en este proyecto.

En vuestras casas, con vuestros amigos, ¿cómo explicáis exactamente qué hace ChatBlu sin usar la palabra “inteligencia artificial”?

ChatBlu es como tener un encargado de almacén que nunca duerme, así que los dueños de tiendas online se podrán olvidar ya de su inventario. Se conecta con la tienda online, revisa constantemente cuántas unidades hay de cada producto y avisa cuando hay que reponer. Además, analiza las ventas pasadas, la estacionalidad y las tendencias de compra para predecir qué productos se venderán más en el futuro y en qué cantidades. Así ayuda a pedir la cantidad justa en el momento adecuado, evitando quedarse sin stock o acumular mercancía que no se venderá. Todo esto lo hace automáticamente, para que el negocio funcione de forma más eficiente y rentable.

ChatBlu es como tener un encargado de almacén que nunca duerme.

¿Cómo se vive, con 20 años, el momento exacto en que alguien decide confiar medio millón de dólares en vuestra idea?

Desde que comenzamos ChatBlu, hemos dedicado incontables horas de trabajo, muchas noches sin dormir y un esfuerzo increíble para llevar la empresa a donde está hoy. Haber asegurado $500,000 en nuestra ronda Pre-Seed es obviamente un logro increíble del que todos estamos muy orgullosos. Quizás el factor juventud, sumado a la confianza que nosotros teníamos en nuestro proyecto, además de la seguridad con la que actuamos frente a personas con muchos más años de experiencia que nosotros fue uno de nuestros factores clave del éxito.

Siempre tuvimos una enorme confianza en el equipo y en la visión que teníamos, y sabíamos que era solo cuestión de tiempo antes de que nuestro esfuerzo diera frutos. Nuestra ronda Pre-Seed fue solo el comienzo y estamos seguros de que vendrán muchos más logros y mucho más éxito. 

¿Cuántas veces os han cuestionado por vuestra edad en una reunión seria de negocios y cómo lo manejáis?

No surgió tanto. A la hora de reunir a los inversores y contarles sobre ChatBlu y lo que queríamos crear, el producto, la idea y nuestro equipo, hablaron por sí solos. Además, teníamos una ruta muy clara y directa que claramente resonó con los inversores. Creo que la combinación de todos estos factores disipó cualquier preocupación sobre la edad antes incluso de que surgiera.

Vuestros inversores vienen de Amazon, Google, Matador Ventures Capital… ¿Sentís más presión por estar a la altura o más impulso por lo que eso confirma de vosotros?

No es que realmente añade presión; al contrario, motiva aún más al equipo (sobretodo viendo que somos la única startup que no forma parte de Y-Combinator en el portfolio de inversiones de nuestro inversor principal), porque sabemos que los inversores de estas empresas confían en nosotros y creen en nuestra visión. Por eso sabemos que vamos por el camino correcto para obtener ese apoyo, lo cual es un enorme impulso para todo el equipo.

Nuestro éxito representaría un ejemplo tangible de que la edad no es una barrera para innovar.

¿Hasta qué punto ChatBlu puede anticipar el comportamiento de los consumidores y no sólo reaccionar a él? 

ChatBlu puede ir mucho más allá de simplemente reaccionar al comportamiento de los consumidores. Con las herramientas de análisis predictivo y aprendizaje automático podemos anticipar tendencias y necesidades antes de que se manifiesten en el mercado. Nuestro enfoque se centra en estudiar patrones históricos, cambios en preferencias y señales emergentes, lo que nos permite no solo responder de manera ágil, sino también adelantarnos proactivamente con soluciones personalizadas. Así, creamos una experiencia para el cliente mucho más relevante y dinámica.

¿Qué pasó en septiembre cuando ChatBlu salió al mercado? ¿Cómo se prepara uno para ese “día 1”?

Nuestro esfuerzo y dedicación de estos últimos tres meses se vio reflejado en septiembre en nuestro lanzamiento. Nos preparamos de forma extensiva haciendo sesiones de testing con usuarios para perfeccionar nuestro producto lo máximo para poder conseguir los mejores resultados.

¿Qué significaría el éxito de ChatBlu no solo para vosotros, sino para el ecosistema emprendedor joven en España?

En nuestra experiencia, el ecosistema emprendedor en España aún está por detrás de otros países como Estados Unidos. Aquí, ganarse la confianza de la gente no es fácil: todavía existe cierto recelo hacia quienes, con apenas 20 años, quieren poner en marcha un proyecto innovador y disruptivo. Muchas veces, lo primero que recibes son dudas y críticas, en lugar de apoyo.

Que ChatBlu tenga éxito sería, para nosotros, mucho más que una satisfacción personal por haber asumido el riesgo y alcanzado los resultados. Representaría un ejemplo tangible de que la edad no es una barrera para innovar, y que con visión, esfuerzo y determinación es posible abrirse camino incluso en entornos que no siempre te lo ponen fácil.

Pero el impacto iría más allá de nuestra historia. Sería un mensaje de ánimo para todo un ecosistema joven que, en demasiadas ocasiones, se frena por el miedo al fracaso o por las voces que les dicen que “es demasiado pronto” para intentarlo. Significa demostrar que España puede ser un terreno fértil para el talento emergente, y que proyectos liderados por gente joven pueden no solo competir, sino también marcar tendencia y generar impacto real. En definitiva, el éxito de ChatBlu sería una victoria compartida: para nosotros, por haber roto barreras, y para toda una generación que necesita referentes cercanos que les animen a lanzarse sin esperar el momento “perfecto” que nunca llega.

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