Ibiza alcanzó en 2024 un nuevo récord histórico de cruceristas, con un total de 579.485 personas desembarcadas, un 5,2 % más que el año anterior. También se registró la mayor cifra de cruceros en tránsito desde que existen registros (2006), con 190 embarcaciones, según el Observatorio de Sostenibilidad de IbizaPreservation.
Los datos, extraídos de estadísticas oficiales del IBESTAT con información de la Autoridad Portuaria de Baleares, forman parte del Informe de Sostenibilidad de Ibiza 2024, financiado íntegramente por el Consell Insular d’Eivissa y actualmente en fase de elaboración.
El volumen de cruceristas en 2024 fue 3,59 veces superior a la población residente de la isla, estimada en 161.485 habitantes. Esto supone 359 cruceristas por cada 100 residentes, lo que evidencia “el crecimiento paulatino de este tipo de turismo con los consecuentes efectos que éste tiene sobre el territorio”, indican desde IbizaPreservation.
Aunque el número de cruceros en 2024 (190) apenas superó al de 2017 (183), la llegada de pasajeros creció notablemente: de 339.000 en 2017 a casi 580.000 en 2024. Este incremento se atribuye al mayor tamaño y capacidad de las embarcaciones que operan en el Mediterráneo occidental.
La proporción de cruceros que atracan en Ibiza respecto al total de Baleares también sigue en aumento. En 2024, el puerto de Ibiza recibió el 30,8 % de los 617 cruceros que llegaron al archipiélago, frente al 22,3 % de hace una década.
Desde el Observatorio de Sostenibilidad de IbizaPreservation advierten del impacto medioambiental de este modelo de transporte turístico. “Cruceros y cruceristas suponen un turismo que genera impactos significativos en nuestra costa y en el mar Mediterráneo”, afirma Elisa Langley, coordinadora del Observatorio. “Estudios como los de ‘Transport & Environment’ de 2019 ponen de manifiesto que, en 2017, los cruceros de una sola de las grandes compañías de cruceros emitieron diez veces más óxidos de azufre que todos los automóviles de Europa juntos; o que todos los cruceros europeos produjeron el 15 % de los óxidos de nitrógeno de los vehículos de pasajeros del continente, además de grandes cantidades de CO₂, hollín y metales pesados”. Langley añade que “los cruceros suponen más presión a la delicada situación que sufrimos ya en Ibiza en materia de gestión de residuos”.
El informe también destaca el limitado beneficio económico de este turismo. El gasto medio diario de un crucerista en Ibiza en 2024 fue de 39 euros, frente a los 164 euros por día de un turista que pernocta. “El costo ambiental de este turismo para la isla es alto mientras que, a nivel económico, tampoco contribuye significativamente a la economía local”, subraya Langley.
Ante estos datos, el Observatorio propone limitar el número de cruceros que pueden operar en la isla, establecer máximos diarios y mensuales, y regular estrictamente –o prohibir– el desembarque de residuos sólidos en puertos ibicencos.
