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Cómo tener tu próxima conversación difícil practicando con IA

Las conversaciones difíciles siempre formarán parte del lugar de trabajo. Lo que cambia es cómo te preparas para ellas.

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Puedes pasar años construyendo credibilidad en el trabajo y aún así sentirte poco preparado para el momento en que tengas que decir algo incómodo. Esa conversación difícil que desearías poder evitar suele ser la más importante. Estas situaciones son difíciles de afrontar porque las emociones pueden nublar tu pensamiento. Por eso, la preparación suele ser la parte más importante de la comunicación. Jeff Wetzler compartió recientemente en Harvard Business Review que las conversaciones exitosas comienzan con lo que él llama una «comprobación de curiosidad». Compartió que, antes de entrar en una conversación de alto riesgo, hay que preguntarse si se está realmente abierto a aprender algo nuevo. Esa pausa puede crear un espacio para la claridad, la empatía y la toma de mejores decisiones. Lo que mucha gente sigue pasando por alto es lo eficaz que puede llegar a ser esta pausa cuando se practica con una rápida simulación de inteligencia artificial (IA). Un breve juego de roles puede ayudarte a ensayar qué decir, cómo decirlo y qué esperar cuando la otra persona responda.

Por qué fracasan las conversaciones difíciles sin preparación

La mayoría de las personas piensan que sabrán qué decir en el momento, pero luego algo se desencadena y la conversación cambia. El mensaje queda sepultado bajo la tensión o se malinterpreta por completo. Es posible que tengas clara tu intención, pero las palabras salen diferentes a lo planeado. Por eso es tan importante escribir lo que quieres decir con antelación. Ayuda a sacar primero todos tus pensamientos, incluso aquellos que nunca dirías en realidad. Me gusta hacer esto para sacar mis pensamientos y emociones de mi cabeza, para desahogarme, y así poder ver lo que realmente quiero comunicar. Sin embargo, es importante no enviar ese borrador, ya que puede ser muy directo. Puedes releer el mensaje varias veces hasta que encuentres la redacción que transmita tu mensaje de una manera que realmente importe. Este paso por sí solo puede reducir tu estrés antes de decir nada en voz alta.

Cómo la IA puede ayudar en una conversación difícil antes de que se produzca

Después de escribir tus ideas, el siguiente paso es hacer una ronda de práctica con una herramienta de IA. Puedes utilizar una sencilla indicación como: «Imagina que eres mi compañero de trabajo. Estoy a punto de darte esta opinión. Dime cómo responderías». La respuesta puede sorprenderte. Puedes tomar esa retroalimentación y reescribir tu enfoque. Busca áreas en las que la IA cuestione tu tono, pida aclaraciones o malinterprete tu significado. Este tipo de respuestas pueden mostrarte dónde tu mensaje puede ser demasiado vago, demasiado duro o carecer de contexto. Ese tipo de retroalimentación es útil porque señala áreas en las que una persona real también podría sentirse confundida, a la defensiva o desconectada. Pide a la IA que mejore tu lenguaje o tono. Prueba diferentes formas de iniciar la conversación. A la IA le gusta decirte lo que quieres oír, por lo que a menudo le pido que me responda como si estuviera equivocado. Ese tipo de indicaciones son especialmente útiles porque las personas rara vez se ven a sí mismas como equivocadas. Si solo le pides que responda, es posible que te dé una respuesta cortés, lo que no te ayuda a mejorar. La herramienta puede ofrecerte una vista previa instantánea de cómo podrían interpretarse tus palabras si le pides que responda de varias maneras, como con acuerdo positivo, argumentativo, etc., lo que significa que te enfrentas a la conversación real mejor preparado.

¿Qué sucede cuando practicas ambos lados de una conversación difícil?

Hay aún más valor cuando vas un paso más allá. Pídele a la IA que actúe como tú y luego adopta la perspectiva de la otra persona. Permite que cuestione tu propio mensaje. Haz preguntas como: «¿Por qué sacas esto ahora?» o «¿Has considerado mi punto de vista?». Cuando interpretas ambos papeles, desarrollas conciencia sobre lo que la otra persona podría estar sintiendo o necesitando. Eso te permite dejar de ensayar un discurso y empezar a prepararte para una conversación bidireccional. La mayoría de las personas esperan transmitir un mensaje en lugar de tener un intercambio, lo que rara vez ocurre. Practicar con la IA te muestra lo rápido que pueden cambiar las cosas una vez que la otra persona habla. También te ayuda a preparar preguntas de seguimiento que mantienen la conversación constructiva.

Cómo te ayuda la práctica con IA a recuperarte si se convierte en una conversación difícil

Incluso con preparación, las conversaciones a veces dan un giro inesperado. Es posible que te interrumpan, que la otra persona se emocione o que olvides lo que querías decir. Practicar con IA también puede ayudarte a recuperarte en esos momentos. Durante tu juego de roles, pide a la IA que te interrumpa en mitad de la conversación o que te responda de forma inesperada. A continuación, practica cómo responderías. Puedes probar diferentes formas de redirigir la conversación sin perder el impulso ni parecer a la defensiva. Prueba con frases como «¿Qué puedo decir si pierdo el hilo de mis ideas?» o «¿Cómo respondo si la otra persona se enfada?». Estas simulaciones te preparan para mantener la calma incluso cuando las cosas parecen impredecibles. De este modo, si la conversación se desvía, ya habrás practicado qué hacer a continuación.

Usar la IA para reducir el impacto emocional de una conversación difícil

Lo que hace que este método sea tan útil es que la conversación comienza a parecer algo que ya has experimentado. Esa familiaridad te da confianza. Cuando llegas al momento que podría haber desencadenado una respuesta reactiva, en lugar de eso, haces una pausa, porque sabes cómo dirigirla en una dirección positiva. Ya conoces las preguntas que ayudan a aclarar los problemas. Empiezas a pensar menos en demostrar tu punto de vista y más en comunicarte de manera eficaz.

Crear un nuevo hábito en torno a las conversaciones difíciles con la IA

Lo mejor es que esto no tiene por qué llevar mucho tiempo. De hecho, la mayoría de las personas descubren que con solo cinco o diez minutos de práctica con la IA obtienen exactamente lo que necesitan para sentirse más seguras. Una vez que lo haces varias veces, se convierte en un hábito. Te detienes antes de enviar ese mensaje apresurado o hacer esa llamada telefónica de la que te arrepentirás. Te tomas unos minutos para escribir, hacer una pausa y simular la conversación. Esa capa adicional de preparación te ahorra tiempo a largo plazo. Te ayuda a evitar malentendidos, seguimientos incómodos y el tipo de tensión que persiste después de que las cosas quedan sin decir o se dicen mal.

Hacer espacio para la curiosidad en conversaciones difíciles con IA

Cuando utilizas la IA de esta manera, estás preparando tu mentalidad. Ahí es donde encaja tan bien la idea de Jeff Wetzler. Una comprobación de curiosidad es un recordatorio de que, incluso cuando crees que tienes razón, siempre hay más que aprender. Practicar con la IA te da la oportunidad de hacer preguntas incluso antes de que comience la conversación. Puedes poner a prueba tus propias suposiciones y encontrar un lenguaje que evite la resistencia. Sobre todo, te das tiempo para calmarte, pensar con claridad y entrar en el momento bien preparado.

Cómo practicar con IA puede mejorar todas las conversaciones difíciles que tengas

Prepararse para una conversación difícil es un pequeño paso que te ayuda a encontrar las palabras adecuadas y el tono adecuado. Te mantiene tranquilo en los momentos que antes te hacían ponerte a la defensiva. Desarrolla tu capacidad para escuchar, adaptarte y mantenerte centrado en lo que importa. Las conversaciones difíciles siempre formarán parte del lugar de trabajo. Lo que cambia es cómo te preparas para ellas. Cuando escribes primero, ensayas con IA y reflexionas sobre tu mentalidad, evitas muchos conflictos y confusiones, lo que te ayuda a construir relaciones laborales más sólidas.

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