Piensa a qué te quieres dedicar en un futuro
¿Ya lo tienes en mente? Pues comienza a buscar ofertas de prácticas que se ajusten a tus preferencias. Nunca se sabe si puedes correr la suerte de que te contraten tras las prácticas, así que mejor escoger desde un principio un empleo que coincida con aquello a lo que quieres dedicar el resto de tu vida.
Busca qué empresas se dedican a ello y contacta directamente
No todas las empresas cuelgan siempre sus ofertas de empleo ni tienen en mente tener becarios, pero un currículum a tiempo puede serles de gran utilidad. Busca las empresas en las que te gustaría estar y trata de contactar con ellas. Escríbeles directamente, puede ser que les interese tu perfil y decidan llamarte.
Preséntate adecuadamente
Acércate a alguien de la empresa, infórmate y trata de contactar con recursos humanos. Eso sí, una vez tomes contacto, no mandes simplemente un currículum y te sientes a esperar a ver si te llaman. Adjunta una carta de motivación en la que expliques por qué quieres realizar las prácticas con ellos, cuáles son tus objetivos… En definitiva, véndete como un buen candidato, marca la diferencia, no seas uno más.
Postula a ofertas que te permitan desarrollar las habilidades necesarias
Es posible que en tu búsqueda encuentres ofertas de pasantías atractivas con las que mejorar en aspectos que ya controlas, pero lo más aconsejable es escoger aquellas en las que puedas desarrollar habilidades que necesitarás en un futuro y aún no manejas. Fíjate bien en qué funciones vas a tener y si se corresponden con lo que necesitas.
No te dejes llevar solo por el dinero
A veces es preferible cobrar algo menos y escoger unas prácticas que realmente te gusten y sirvan para llegar a donde quieres estar en un futuro. Los sueldos de prácticas no son suelen ser muy elevados, así que a veces la diferencia es muy pequeña entre unas prácticas y otras y no te merecerá la pena cambiar unas en las que ganes 50 euros más por otras en las que aprenderás lo que de verdad necesitas.