Jenna Ortega (Palm Beach, California, 22 años), la musa del terror por excelencia de la generación Z, no es alérgica a los colores como lo es su personaje Miércoles Adams, pero desde luego que es el maniquí al que rinde culto todo fan de la última tendencia veraniega: gothic girl summer. La mano -apodada Dedos- de la tenebrosa familia favorita de la televisión debería inmortalizar sus últimas apariciones por la alfombra roja en el libro de letal de la moda, porque hay que ser honestos, nos ha dejado a todos con los ojos en blanco, ¿o deberíamos decir «en negro»?
Por motivo de la promoción de la segunda temporada de la serie de Netflix, Miércoles -que se estrenará el próximo 6 de agosto-, Ortega ha servido gótico en los meses más calurosos del año y sinceramente, ha sido nuestro eclipse veraniego favorito. Tanto el Londres como en París su estética oscura pero muy chic ha sido la protagonista de los focos en los últimos días. Desde que su mueca se volviera fría y su pelo se arreglara en dos trenzas hace ya tres años, con el inicio de una de las series más exitosas de la plataforma -es la serie en inglés más vista del catálogo de Netflix con 252 millones de visualizaciones-, su presencia modística se palpa como un ente gótico adornado por el color negro y los detalles románticos -hablamos de la corriente romántica entre el s.XVIII y sXIX-.
Por esta y muchas otras razones, Jenna resulta ser el icono perfecto para representar la nueva tendencia que ha salido a la luz de la luna en las pasarelas de moda: el movimiento de gothic girl summer. El color negro o tonos sombríos, volantes, encajes, transparencias…son algunos de los detalles que componen esta tendencia que nace de los vestidos estructurales de Jean Paul Gaultier por Ludovic de Saint Sernin, de los guantes de encaje de Valentino o de los tonos igualmente profundos de Armani Privé, Chanel o Gaurav Gupta.
Parece que este verano las fiestas insulares y los paseos en barco se tiñen de los colores de la casa de la Familia Adams y levantará más que a los muertos de su tumba.
Londres
El diseño sirena con estampado serpiente, de cuello alto y sin mangas, robó todas las miradas de la première de la capital británica. Sin embargo, este vestido de Ashi Studio no era lo único que emanaba un aire gótico sofisticado, también lo hicieron sus cejas decoloradas -ultra trendy entre la Gen Z-, que elevaron su maquillaje natural y jugoso, resaltando pecas y labios burdeos. Para coronar, llevó un recogido messy con trenzas en forma de nudos, un toque rebelde que terminó de sellar un look impecable.
París
La actriz apareció con un diseño de Andreas Kronthaler de la colección Otoño 2025 de Vivienne Westwood, que parecía sacado de un poema de Edgar Allan Poe. Es como si un retrato del siglo XVIII hubiera salido del lienzo con influencias punk y del romanticismo oscuro, donde el corsé barroco cobra vida con volantes marcados y una cintura impecablemente ceñida.
Este look destilaba teatralidad y referencias históricas, una declaración de estilo que rinde tributo al personaje que catapultó a Ortega al estrellato y que sigue marcando tendencia desde su primera aparición en el año 1938, cuando el dibujante Charles Addams dio vida a esta familia en The New Yorker.

