América ha popularizado este regalo alimenticio, pero Forbes Life se ha ocupado de descubrir cuánta variedad existe detrás de la eterna compañera del kétchup. Dijonnaise es la ideal para el día a día, ya que tiene una base de mayonesa que la hace suave y adaptable par cualquier paladar; de vino blanco como salsa especial para aderezar el cerdo; de miel, perfecta para las verduras y la de estragón, que contiene un fuerte sabor gracias al anís.
¿Sigues pensando que es solo un aderezo? Eso es porque no has probado la clásica, un ‘must’ que cualquier chef tiene en su cocina, la de Dijon. En esta salsa podemos percibir las semillas con la que se crea esta mostaza.
Por último, ¿sabías que la planta de la que procede es familia de los nabos y las coles? Posiblemente ahora veas con otros ojos esa tonalidad amarillenta y espesa que los más pequeños saborean con los dedos en la mesa –como buenos chefs que sí que saben darle su lugar a este suculento manjar-.