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Google mejora sus ingresos gracias a la IA, pero no alcanza el nivel de uso de ChatGPT

Alphabet, la matriz de Google, no solo ha resistido, sino que ha reportado resultados que superaron todas las expectativas, con ingresos que rozan los 96.500 millones de dólares y un beneficio neto de 28.200 millones.

Desde la irrupción de ChatGPT, muchos creyeron que Google estaba en peligro: ¿para qué buscar entre enlaces y anuncios si una IA podía darte una respuesta directa? Sin embargo, un año y medio después, el panorama es distinto. Alphabet, la matriz de Google, no solo ha resistido, sino que ha reportado resultados que superaron todas las expectativas, con ingresos que rozan los 96.500 millones de dólares y un beneficio neto de 28.200 millones.

Al contrario a lo que marcaban los pronósticos, el negocio de las búsquedas y la publicidad sigue siendo el motor de Google. En el último trimestre, esa división alcanzó los 54.200 millones en ingresos, muy por encima de lo esperado. Las acciones de la compañía subieron un 7% en el Nasdaq tras el anuncio, impulsadas también por el buen rendimiento de Google Cloud, que duplicó su margen de beneficio.

El éxito parece estar ligado a cómo Google ha integrado la inteligencia artificial en sus productos. Herramientas como AI Overviews -que ofrece resúmenes generados por IA en los resultados de búsqueda- ya tienen más de 2.000 millones de usuarios mensuales. También se ha lanzado “AI Mode”, una experiencia más similar a un chatbot, que ya prueba en EE. UU. e India. Por su parte, Gemini, el competidor directo de ChatGPT, cuenta con 450 millones de usuarios activos.

A la cola de ChatGPT

Aun así, Google aún está lejos de OpenAI, cuya app de ChatGPT supera los 980 millones de descargas. El desafío también viene de Microsoft y otros actores como Perplexity, aunque incluso dentro de Microsoft hay señales de que sus propios empleados prefieren utilizar ChatGPT.

Para Google, el verdadero dilema está en cómo afecta esta nueva era de IA a su relación con los creadores de contenido. Según el Pew Research Center, solo el 8% de los usuarios hace clic en los enlaces tras ver un resumen de IA, frente al 15% de los resultados tradicionales. Esto está golpeando a medios y páginas web, que ahora reciben menos tráfico y, por tanto, menos ingresos, lo que amenaza la sostenibilidad de la web abierta.

El equilibrio entre ofrecer respuestas útiles con IA y mantener vivo el ecosistema informativo es frágil. Google necesita de esos contenidos para entrenar sus modelos, pero está desviando visitas que antes nutrían a los mismos medios. Aunque explora acuerdos de licencia -como ya hace OpenAI-, el modelo aún no está claro. Si no se redefine pronto, podría ponerse en riesgo la base misma del conocimiento digital.