El exclusivo yate Laurel ha hecho su esperada llegada a las aguas de Ibiza, consolidando nuevamente a la isla balear como uno de los destinos predilectos para los superyates más impresionantes del mundo. Este gigante de la náutica combina lujo, innovación y exclusividad.
El Laurel es propiedad del empresario estadounidense Tom Golisano, fundador de Paychex y figura destacada en el ámbito empresarial de Estados Unidos. El precio del barco fue de 75 millones de dólares, prácticamente a millón por metro de eslora. Su coste semanal de alquiler es de 525,000 euros, incluyendo todos los lujos y servicios de primer nivel, lo que lo sitúa entre los yates más exclusivos disponibles en el Mediterráneo Occidental y el Caribe.
Construido en 2006 por Delta Marine, el Laurel es un megayate de 73 metros de eslora que no pasa desapercibido en ningún puerto. Su silueta distinguidísima y modernas líneas, fruto del diseño de Delta Design Group junto con Donald Starkey, son una oda al lujo contemporáneo en la navegación. Sus características técnicas son destacadas: una manga superior a 12,5 metros, velocidad máxima de 18 nudos y velocidad de crucero de 15 nudos. Su autonomía alcanza entre 6,000 y 7,000 millas náuticas, propulsado por motores gemelos Caterpillar 3516B de 2,500 caballos cada uno. Navega bajo bandera de las Islas Caimán.
El Laurel está diseñado para acoger cómodamente a 12 invitados distribuidos en 6 suites de lujo, incluyendo una suite principal con baño privado y balcones particulares. A bordo, 24 tripulantes alojados en cabinas independientes garantizan privacidad y servicio personalizado. Un ascensor conecta cinco cubiertas, facilitando la movilidad para todos los pasajeros.
El entretenimiento y la comodidad son absolutos: club de playa, gimnasio, jacuzzi con vistas panorámicas, cine, helipuerto Touch & Go, barbacoa, karaoke y wifi satelital. La oferta de actividades acuáticas es amplia e incluye motos de agua, kayaks, tablas de paddle surf, equipos de snorkel y otros juguetes náuticos.
