Llevar toda la música del mundo en el bolsillo es un sueño, pero también queremos sentirla con la piel de una forma más pausada y emocional. El auge post-pandémico de la música en directo y el regreso del vinilo tiene su traslación en el hospitality: en sintonía con esta nueva sensibilidad sonora, hay hoteles donde la música no es solo ambientación.
Alta fidelidad en Berlín
En 2024, la UNESCO distinguió como Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad a la escena tecno de Berlín. Sus clubes más legendarios se concentran en los distritos de Friedrichshain, Kreuzberg y Mitte, y en su confluencia es donde se ubica Locke at East Side Gallery, un aparthotel de estética brutalista. En la planta baja, ANIMA, un bar y restaurante para amantes de la música, combina gastronomía y música. Concebido como un espacio dedicado a los amantes de la música, el concepto se inspira en los cafés japoneses «Kissaten», con equipos de alta fidelidad, donde cada fin de semana se organizan sesiones de DJ’s y se graban podcasts y sesiones para streaming.
Música a la carta en Bogotá
En el corazón de la capital colombiana, el W Bogotá la música no solo suena, sino que se sirve a capricho de huéspedes y visitantes. Su original In-Room Vinyl Menu permite pedir vinilos como si fueran parte del servicio de habitaciones: un tocadiscos y un cóctel diseñado para maridar con el disco elegido por el Music Curator, según los gustos del huésped. Además, cada viernes esta experiencia se abre al público en el W Lounge, donde suenan desde David Bowie hasta reguetón. Y los jueves, las Living Room Sessions dan voz a artistas colombianos emergentes, gracias a una alianza con la distribuidora Symphonic.
Alma de blues en Memphis
La sureña Memphis es una de las grandes capitales mundiales de la música. Elvis, Johnny Cash o Roy Orbison, entre muchas otras leyendas, grabaron en Sun Records, y las decenas de bares Beale Street siguen rindiendo tributo a B.B. King o John L. Hooker. En su downtown, el Central Station Hotel rebosa de alma sureña: construido en una estación de tren de 1914, cuenta con su propio estudio, una completa programación de conciertos y una alucinante sala de alta fidelidad. En cada una de sus 123 habitaciones, hay altavoces Eggleston Works diseñados a medida para sintonizar la playlist del hotel, y su bar presume de tener la mejor acústica de la ciudad.
Buena onda en Miami
Y en Miami, The Goodtime Hotel, Miami Beach, cofundado por Pharrell Williams, apabulla los sentidos con sus aires de videoclip de los 70 con toques Art Déco y piscina de color rosa pastel. Su programación de conciertos y fiestas en la azotea es tan exuberante como la ciudad misma. Pero también hay espacio para la música íntima: estudios de grabación disponibles para artistas residentes, rincones para improvisar y escuchar…
