Arabia Saudí ha encargado una revisión estratégica de The Line, la futurista ciudad lineal de 170 kilómetros que forma parte del megaproyecto Neom. El fondo soberano del país ha solicitado a varias consultoras internacionales que evalúen la viabilidad del plan actual y propongan ajustes. Esta revisión surge en un contexto de presión económica debido a los bajos precios del petróleo y una inversión extranjera por debajo de lo previsto, lo que obliga al reino a replantear sus prioridades presupuestarias.
Con el crudo Brent en torno a los 71 dólares por barril, Arabia Saudí necesita al menos 96 dólares para equilibrar su presupuesto, según Bloomberg Economics. Si se incluye el gasto doméstico del Fondo de Inversión Pública en los megaproyectos como Neom, esa cifra asciende a 113 dólares. A esto se suman las dificultades de Sindalah, otro desarrollo de lujo dentro de Neom, que permanece paralizado por fallos de diseño. En resumen, los problemas financieros que le rodean son bastante significativos.
¿Qué es ‘The Line’?
The Line fue anunciado en 2017 como uno de los pilares del plan de transformación del príncipe Mohammed bin Salman. Con un coste estimado de 2 billones de dólares, aspiraba a acoger a 1,5 millones de habitantes para 2030 y ser sede de eventos globales como el Mundial de Fútbol de 2034. Sin embargo, su alcance ya se ha reducido drásticamente. En 2023 se anunció que la proyección de habitantes se reduciría a solo 300.000 personas, y actualmente solo viven allí trabajadores y técnicos en instalaciones temporales.
No existen las coincidencias
La revisión coincide con una crisis interna de liderazgo. En noviembre de 2024, Nadhmi al-Nasr dejó su cargo como CEO de Neom, seguido por otros altos ejecutivos como Wayne Borg y Antoni Vives. Estos cambios se producen en paralelo a un agotamiento de los fondos: los activos del fondo soberano han caído un 75 %, hasta 15.000 millones de dólares, lo que ha obligado al Gobierno a emitir deuda y buscar nuevos préstamos.
Las dificultades financieras también han llevado a la cancelación de infraestructuras clave, como una planta desalinizadora valorada en hasta 2.000 millones de dólares.
Otros grandes inconvenientes
Además, el proyecto ha estado envuelto en polémicas por las condiciones laborales. Un documental de ITV denunció que más de 21.000 trabajadores extranjeros han muerto desde el inicio de Visión 2030, muchos de ellos enfrentando jornadas de hasta 16 horas diarias durante dos semanas seguidas sin remuneración adicional.
Pese a toda la polémica, el Gobierno saudí insiste en mantener The Line como prioridad estratégica. Organismos como el Fondo Monetario Internacional han instado a revisar los megaproyectos para garantizar su sostenibilidad más allá de eventos puntuales como los Juegos de Invierno de 2029 o la Expo Mundial de 2030. Mientras tanto, Neom asegura que este tipo de revisiones son habituales en desarrollos de gran escala, y afirma que el proyecto sigue adelante, aunque inevitablemente con cambios.