Japón ha logrado un nuevo récord mundial en velocidad de transmisión de datos por fibra óptica, alcanzando los 1,02 petabits por segundo a lo largo de 1.808 kilómetros de distancia. Este suceso representa un avance sin precedentes en el ámbito de las comunicaciones de alta velocidad y posiciona al país como líder mundial en innovación en redes.
Este logro ha sido posible gracias a la colaboración entre Sumitomo Electric Industries y el Instituto Nacional de Tecnologías de la Información y la Comunicación (NICT) de Japón. Esta velocidad fue alcanzada utilizando fibra óptica con un diámetro estándar, lo que la hace compatible con los sistemas actuales y facilita una implementación a gran escala sin necesidad de modificar la infraestructura ya existente.
Para poner en perspectiva lo que significa 1,02 petabits por segundo, equivale a más de un millón de gigabits por segundo. Este nivel de velocidad permitiría, por ejemplo, descargar la biblioteca completa de Netflix en apenas un segundo.
El avance destaca porque logró mantener la conexión durante un recorrido de casi 2.000 kilómetros, sin aumentar el grosor del cable de fibra óptica. Hasta ahora, otros récords habían llegado a velocidades aún mayores, pero solo en distancias cortas, de unos 63,7 kilómetros. Japón ha logrado extender esa distancia 28 veces más, lo que hace que esta tecnología esté mucho más cerca de poder usarse en aplicaciones reales y comerciales.
Este récord redefine el concepto de capacidad y distancia en telecomunicaciones usando fibra óptica convencional. En otras palabras, las redes del futuro podrían ser mucho más rápidas sin necesidad de cambiar los cables actuales, una ventaja para infraestructuras existentes como los cables submarinos intercontinentales, que conectan continentes como Europa y América. Aunque a mayores distancias la velocidad disminuiría, seguiría siendo asombrosamente alta.
Por ahora, esta tecnología se encuentra en fase experimental y no está disponible para los consumidores. Sin embargo, la investigación continúa avanzando, y lo conseguido por Japón sienta las bases para una nueva generación de internet más veloz, eficiente y accesible para millones de personas en todo el mundo.
