Tras trece años sin pisar Madrid, Jennifer López (Nueva York, 55 años), volvió a brillar anoche sobre el escenario durante el esperado concierto que ofreció en la capital, parte de su gira Up All Night: Live in 2025. Esta cita no solo fue un reencuentro con su público español, sino también una especie de renacer artístico y personal.
En 2024, «La Diva del Bronx» vivió uno de los años más complicados de su vida profesional y sentimental: se vio obligada a cancelar su gira apenas un mes antes del arranque por motivos personales, atravesó su divorcio con Ben Affleck y enfrentó numerosas críticas. Muchos se preguntaban si su época dorada había llegado a su fin. Pero anoche, sobre el madrileño escenario del Movistar Arena, la neoyorkina reafirmó su lugar entre las grandes del pop.
“Les dije a mis hijos que después de un mal momento llegaría algo mejor”, confesó la artista sobre el escenario.
El concierto colgó el cartel de sold out: el precio de las entradas, que oscilaba entre los 95 y los 330 euros, no fue un impedimento para que el show se convirtiese en uno de los grandes eventos musicales del verano.
Más que una artista: una empresaria con estrategia
Desde su papel en Selena hasta su éxito mundial con On the Floor, Jennifer López —cantante, actriz, bailarina, diseñadora, productora y empresaria— se ha mantenido en la cima durante tres décadas. Sin embargo, su poder no termina en los escenarios: en 2020, la revista Forbes estimaba su patrimonio alrededor de los 150 millones de dólares. Cinco años después, ciertos medios apuntan que esa cifra podría haberse casi triplicado, situándola hoy en torno a los 400 millones.
Su visión empresarial la ha diferenciado de otras estrellas de su generación y ha sido clave para construir uno de los imperios personales más sólidos del entretenimiento. En 2002, lanzó Glow, su primer perfume, marcando el inicio de una tendencia de fragancias firmadas por celebridades que hoy es común en la industria. Luego vinieron colaboraciones de moda con Kohl’s, campañas para L’Oréal Paris o Gillette Venus, y en 2021 debutó con su línea de cosmética JLo Beauty, basada en un concepto de longevidad y estilo de vida saludable.
El poder de diversificar
Para JLo no se trata solo de productos. López también ha explorado el mundo editorial con el libro infantil Con Pollo —coescrito con Jimmy Fallon y convertido en un éxito de la literatura infantil—, y ha apostado por el mercado inmobiliario. Su cartera inmobiliaria está valorada en 97 millones de dólares, con propiedades en Nueva York, Miami, Los Ángeles y Bel Air.
Una de sus adquisiciones más conocidas fue la mansión de Beverly Hills que compartía con su entonces marido Ben Affleck. Esta propiedad ha sido puesta a la venta por un precio de 68 millones de dólares, lo que representa, más allá del valor económico, el fin de una etapa ya superada.
A sus 55 años, JLo ha demostrado que no solo continúa vigente, sino que se reinventa constantemente. Su presencia en Madrid —más allá del show— confirma que está viviendo una nueva etapa. Una en la que, tras la tormenta de 2024, ha vuelto con fuerza, brillo, ganas y un imperio financiero que sigue creciendo.
