La puntualidad
Lo primero y más importante de todo es llegara tiempo cuando te invitan a intervenir. Sal de casa con tiempo, porque hacer esperar a la gente es algo que está muy mal visto en la mayor parte de países del mundo.
La vestimenta
Sé consciente de a qué lugar vas a ir a hablar en público. No es lo mismo ir a una charla informal en un establecimiento de ocio como un bar, que a un seminario académico celebrado en una universidad. Elige la ropa adecuada a la ocasión.
La conexión emocional inicial
Si no conectas con el público emocionalmente desde los primeros minutos, estás perdido. El nivel de atención que vas a obtener va a ir descendiendo gradualmente y te será muy difícil volver a captarlo durante el resto de la intervención.
El tono y el ritmo
Tienes que saber a quién te diriges y si no lo sabes, debes estar preparado para cualquier cosa. Piensa que si, por ejemplo, la tuya es la última de muchas intervenciones, la gente estará agotada y algo más dinámico y distendido será la clave para captar su atención. Adapta tu tono y tu ritmo a cada situación.
La interacción
Especialmente si la intervención tiene lugar en un espacio pequeño, es importante que hagas al público sentirse partícipe. Si no aludes a él, al menos mira a los ojos de alguien de vez en cuando, nada de mirar a un punto fijo en el infinito. Dará la sensación de que no sabes a dónde te diriges.