El operador de juego y ocio Cirsa ha comenzado hoy a cotizar en Bolsa, marcando el segundo gran estreno bursátil de 2025 en España. Con el respaldo de grandes inversores institucionales y una fuerte sobredemanda, la compañía inicia esta nueva etapa con el objetivo de consolidar su liderazgo en el sector y expandirse a nuevos mercados.
Cirsa, propiedad del fondo estadounidense Blackstone desde 2018, ha debutado en el parqué con una valoración de 2.520 millones de euros y un precio por acción de 15 euros, ligeramente por debajo de las expectativas iniciales. Sin embargo, este ajuste en el precio ha resultado clave para garantizar el éxito de la operación, que ha atraído a 258 inversores y ha registrado una sobredemanda ocho veces superior a la oferta.
Entre los principales compradores de acciones destacan nombres de peso como Bankinter Gestión de Activos, BlackRock, Fidelity, Norges Bank Investment Management, Santander Asset Management y UBS Asset Management. En conjunto, estos inversores institucionales se han hecho con el 18% del capital de Cirsa, porcentaje que podría aumentar hasta el 20,7% si se ejecuta la opción de sobreasignación de acciones (greenshoe).
La operación ha estado estructurada en dos tramos: una oferta pública de suscripción (OPS) de 400 millones de euros en nuevas acciones, y una oferta pública de venta (OPV) de títulos ya existentes por 53 millones. Los fondos obtenidos por la OPS permitirán a Cirsa reducir su deuda, que se situará en torno a los 2.000 millones de euros, reduciendo el apalancamiento del grupo a 2,7 veces su ebitda.
Este movimiento no solo supone un impulso financiero, sino también una apertura estratégica. Como empresa cotizada, Cirsa gana capacidad para financiar adquisiciones, acceder a los mercados de capitales y plantear operaciones corporativas mediante el intercambio de acciones, lo que le otorga una mayor flexibilidad para su ambicioso plan de expansión.
La compañía, dirigida por Joaquim Agut, opera actualmente en once países, incluyendo España, Italia, México, Colombia, y recientemente, Portugal y Puerto Rico. Su actividad abarca 451 casinos y salas de juego, 32.000 máquinas recreativas y cerca de 2.500 puntos de apuestas deportivas bajo marcas como Sportium. Además, su segmento de juego online representa ya el 22,5% de la facturación total, impulsado por la compra de la peruana Apuesta Total.
El año pasado, Cirsa facturó 2.150 millones de euros y generó un ebitda de 699 millones, con un crecimiento interanual del 11%. Para 2025, la empresa prevé alcanzar entre 740 y 750 millones en ebitda, afianzando así su rentabilidad en un entorno competitivo.
En esta salida a Bolsa, Blackstone mantiene el control del 78,4% del capital, mientras que los directivos de la empresa poseen el 4%. Todos ellos han asumido compromisos de permanencia (lock-up), limitando la venta de acciones por plazos que oscilan entre los seis y los doce meses.
Cirsa ha celebrado su debut bursátil con el tradicional toque de campana en la Bolsa de Barcelona, marcando no solo un hito financiero, sino también el inicio de una nueva etapa como empresa cotizada, más sólida y preparada para crecer dentro y fuera de sus mercados actuales.
