Una parte poco discutida del “Big Beautiful Bill» (Gran y Hermoso Proyecto de Ley) del presidente multimillonario Donald Trump ofrece una jugosa ventaja a los estadounidenses ultraricos en forma de una política fiscal favorable para la compra de jets privados.
Hechos clave
Parte del paquete de gasto que acaba de aprobar el Senado incluye la restauración permanente de la ley federal de “depreciación adicional” al 100%, lo que permite a las empresas deducir el monto total de bienes calificados en el año de la compra.
La depreciación adicional fue originalmente parte de la Ley de Recortes de Impuestos y Empleos de 2017, pero comenzó a reducirse desde el nivel del 100% en 2023 y estaba programada para expirar de forma permanente en 2027, según Thomson Reuters.
La política de depreciación adicional se aplica a una gran variedad de gastos físicos de negocios calificados que se deprecian con el tiempo, como maquinaria y automóviles de empresa, pero a menudo se asocia con artículos de lujo de gran valor, como aeronaves privadas, y su implementación la década pasada provocó un auge en las ventas de jets.
Esto significa que, a diferencia de los procedimientos contables empresariales estándar -en los que las inversiones de capital se distribuyen a lo largo de varios años y nunca se amortizan completamente-, el valor total de una propiedad calificada podría deducirse en el primer año.
Un avión de 10 millones de dólares podría ahora significar una deducción de 10 millones ese mismo año, señaló la revista especializada en aviación Flying.
“Para alguien interesado en comprar un jet, ya sea nuevo o usado, esto es un asunto muy importante”, dijo esta semana Matthew Bere, director gerente de aviación en el banco BOK Financial, con sede en Oklahoma, quien anticipa que la aprobación del megapaquete “impulsará mucha actividad en las ventas de aeronaves”.
Crítica principal
Esto es un “ejemplo de normas amigables para los oligarcas”, afirma Chuck Collins, director del Programa sobre Desigualdad y Bien Común del think tank progresista Institute for Policy Studies. Collins describió la provisión de depreciación adicional como una “enorme exención fiscal para multimillonarios y centimillonarios” promovida por el “lobby de los jets privados”, según una publicación que hizo el martes.
La gran cifra
378.000 millones de dólares. Es lo que costará a los contribuyentes la implementación permanente de la depreciación adicional al 100% durante 10 años, según estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso.
Cita clave
“La deducción fiscal inmediata podría reducir potencialmente” los ingresos imponibles de los compradores de jets “en millones de dólares durante un año determinado”, explicó Bere.
Cómo el Senado hizo permanente esta deducción
La versión del “Gran y Hermoso Proyecto de Ley” de Trump aprobada por la Cámara de Representantes en mayo solo extendía la depreciación adicional al 100% hasta 2029, mientras que el Senado convirtió la deducción en permanente. La industria de la aviación privada celebró el cambio, y la compañía de vuelos chárter FlyUSA describió la legislación como “una disposición con gran poder que podría cambiar las reglas del juego para la adquisición de aeronaves privadas”.
Contexto clave
La disposición favorable a los jets privados se suma a las fuertes críticas de demócratas y organismos de control no partidistas, que afirman que el proyecto de ley ayudará desproporcionadamente a los ricos y perjudicará a los pobres. Según el Yale University Budget Lab, el proyecto reducirá los ingresos del 20% de los estadounidenses con menores ingresos en un 2,9%, mientras que el 1% más rico verá un aumento del 1,9%. “Este proyecto de ley le da otra exención fiscal a los ultraricos… para que puedan comprarse otro jet privado”, dijo esta semana el senador Mark Kelly, demócrata por Arizona. Los grupos ecologistas también critican con frecuencia el uso de jets privados por sus elevadas emisiones, y las salidas desde EE. UU. representan el 65% de los vuelos privados a nivel global, según el Consejo Internacional para el Transporte Limpio.
