En las aguas turquesas de Ibiza no pasa desapercibido ningún superyate, y menos uno de 73 metros de eslora. Estos últimos días, se ha dejado ver el ejemplar denominado Yalla -un término árabe que se traduce en «¡vamos!»- que pertenece al multimillonario egipcio Naguib Sawiris, cuya familia figura entre las más poderosas del mundo árabe, con un patrimonio estimado en más de 11.000 millones de dólares.
La saga Sawiris ha tejido su fortuna a lo largo de décadas en sectores como las telecomunicaciones y la construcción, y posee un vasto imperio que abarca desde resorts y villas hasta marinas y campos de golf en Egipto. Su afición por las propiedades exclusivas no es nueva: en 2014 adquirieron el ático más caro de Nueva York por entonces, en el 960 de la Quinta Avenida. Incluso, en un gesto humanitario, Sawiris propuso en 2015 comprar una isla frente a Grecia o Italia para dar refugio a personas desplazadas por conflictos armados.
El Yalla, joya flotante construida a medida, puede alojar a 12 invitados en seis suntuosas suites, acompañados por una tripulación de 22 personas que garantiza discreción, servicio impecable y confort absoluto. Su precio de mercado ronda los 74 millones de euros, mientras que su mantenimiento anual asciende a más de 7 millones, una cifra que solo unos pocos privilegiados pueden permitirse.
Diseñado para ser lujo sobre el mar, Yalla dispone de una elegante piscina cubierta y espacios que invitan tanto al descanso como al disfrute sin prisa. Cada detalle a bordo, desde las líneas de su interiorismo hasta su tecnología de navegación, está pensado para ofrecer una experiencia exclusiva y absolutamente inolvidable, como lo ha sido su avistamiento en las aguas de Ibiza.