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De vuelta a lo básico: ¿cómo será el futuro de la comunicación?

No podemos frenar la IA. Es exactamente por eso que necesitamos esforzarnos intencionalmente en agudizar nuestras habilidades de comunicación. A continuación se enumeran cuatro que se están volviendo los más raros y pronto serán los más valiosos.

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La forma en que nos comunicamos está cambiando rápidamente. Las herramientas de IA han transformado nuestra forma de escribir, presentar e incluso pensar. La promesa es tentadora: claridad instantánea, entrega impecable, todo sin esfuerzo.

Pero últimamente me sigo preguntando: “¿Qué estamos perdiendo?”

En todas las plataformas, noto lo mismo.
Correos que no suenan como la persona que los envió.
Publicaciones que parecen prefabricadas.

Historias demasiado pulidas para parecer reales.
Nuestras habilidades de comunicación se están desvaneciendo silenciosamente a medida que la tecnología sigue evolucionando.

El futuro de la comunicación no se trata de la IA. Se trata de volver a lo básico.

La ilusión de la autenticidad

Recientemente, escuché a la conferenciante principal Allison Shapira hablar sobre cómo la IA podría hacernos más auténticos. Describió algo que llama el » Ciclo de Autenticidad de la IA «, que consiste, básicamente, en usar la IA como un aliado para generar ideas y aclarar tu mensaje. Lo entiendo. En teoría, tiene sentido.

Pero lo que veo que sucede en la práctica es muy diferente.

Nos saltamos la parte intermedia, esa parte en la que te debates con una idea, la digas en voz alta y la reformules con la retroalimentación. Ahora, introducimos una consigna y la IA genera algo fluido, estructurado y sin personalidad. Estamos externalizando la claridad. Y cuanto más lo hacemos, más se oxidan nuestras habilidades. ¿

Recuerdas cuando los celulares nos hacían olvidar los números de teléfono? ¿Cuántos puedes recordar ahora? Exactamente. Ese músculo cerebral se atrofió.

Esto es aún peor. No solo olvidamos información, sino cómo pensar y comunicarnos.

¿Aún tienes dudas? Un estudio reciente del MIT descubrió consecuencias neuronales y conductuales reales cuando las personas recurrieron a la IA para escribir sus ensayos.

Incluso el estilo de escritura se está viendo afectado. Tomemos como ejemplo el guión largo. Antes me encantaba un buen guión largo. Indicaba que un escritor seguro sabía cómo dar con una idea. ¿Pero ahora? La IA lo abusa. Se ve el mismo patrón en todas partes: Oración. Guión largo. Oración. De repente, algo que antes mostraba voz ahora indica automatización.

Lo que la tecnología no puede enseñar

En Making Sense, uno de mis podcasts favoritos, escuché una referencia a un pronóstico llamado IA 2027. Describe un futuro no muy lejano donde la superinteligencia se convertirá en la norma. ¿La gran conclusión? El cambio se aproxima más rápido de lo que podemos adaptarnos.

Mark Cuban se hizo eco de un punto similar . Dijo que, a medida que los deepfakes inundan nuestros feeds, las experiencias en persona serán más valiosas que nunca. La comunicación cara a cara será un factor diferenciador. Pero solo para quienes realmente la han practicado.

No podemos frenar la IA.

Es exactamente por eso que necesitamos esforzarnos intencionalmente en agudizar nuestras habilidades de comunicación.

A continuación se enumeran cuatro que se están volviendo los más raros y pronto serán los más valiosos:

1. Escuchar: la base de la conexión

Con todas las distracciones que nos rodean, escuchar corre el riesgo de convertirse en un arte olvidado. Y es la habilidad comunicativa más importante que debemos recuperar.

Escuchar de verdad no se trata solo de callar mientras alguien habla. Es un proceso complejo. A nivel físico, es cómo demuestras que estás presente: asintiendo, haciendo contacto visual, diciendo «Te escucho». A nivel mental, es hacer una pausa en tu monólogo interior el tiempo suficiente para parafrasear y confirmar lo que has escuchado. Y a nivel emocional, se trata de conectar con lo que no se dice y preguntar con delicadeza al respecto.

Escuchar genera confianza, y la confianza no es algo que se pueda delegar en un algoritmo.

2. Claridad: decir menos, decir más

En The Humphrey Group , enseñamos que cada vez que usted habla, tiene la oportunidad de liderar con un mensaje claro: aquello más poderoso que desea que su audiencia recuerde.

La claridad no se trata de simplificar las cosas. Se trata de resumir tus ideas en algo esencial. A menudo hacemos una prueba sencilla: explícale tu mensaje a un niño de 12 años. Si no puede repetírtelo, debes refinarlo más.

La jerga y la complejidad pueden hacernos sentir inteligentes, pero a menudo desdibujan el mensaje. La claridad hace lo contrario: inspira respeto. Y aunque la IA puede imitar la claridad, solo tú puedes aportarle la profundidad que la caracteriza.

3. Narración de historias: el atajo hacia la confianza

Si hay una verdad universal en la comunicación, es esta: la gente no recuerda datos. Recuerda historias.

Contar historias no requiere un evento dramático en la vida. A menudo, son los pequeños momentos cotidianos los que nos traen las lecciones más importantes. Una presentación fallida. Un cumplido inesperado. Un taller que no salió como lo habíamos planeado. Si sigues una estructura sencilla ( HISTORIA: Contexto, Tensión, Oportunidad, Resultado, Tu Aprendizaje ), puedes convertir cualquier momento en una historia que valga la pena compartir.

Y cuando lo haces, sucede algo poderoso. Las personas se identifican. Se abren. Se ven reflejadas en tu experiencia. Ninguna herramienta de IA puede generar esa confianza en tu nombre.

4. Presencia: Tu impacto tácito

Hace poco impartí un taller en Seattle. Fue mi primera sesión presencial en mucho tiempo. Lo que más me impactó no fue el contenido, sino el entusiasmo de la gente por hablar de temas como el contacto visual y el lenguaje corporal.

Entreno a las personas para que se conecten con la realidad, para que sus gestos se alineen con su mensaje y para que anclen su presencia con pausas intencionales. El objetivo es la autenticidad por encima del rendimiento. Estas cosas parecen básicas, pero son habilidades que estamos perdiendo en nuestro mundo virtual.

La conexión importa más que nunca. Si los deepfakes y los avatares se convierten en la norma, los escasos momentos de presencia real destacarán.

La disciplina del ser humano

La comunicación es un arte, como la danza o las artes marciales; requiere práctica. La IA acelera las cosas, pero elimina la fricción. Y la fricción es donde crecemos.

Lo admito: he dependido demasiado de las herramientas. He dejado que GPT redactara correos electrónicos que apenas revisé. Pero me he dado cuenta de que estoy perdiendo fuerza.

Ese es el riesgo. Perdemos nuestra ventaja sin darnos cuenta. Una generación que nunca aprende a crear un mensaje ni a contar una historia corre el riesgo de perder su humanidad.

El futuro pertenece a los intencionales

La IA ya está aquí. La pregunta es: ¿cómo seguimos siendo humanos?
Usa las herramientas. Pero no te saltes lo difícil. Ahí es donde reside tu voz.

Volvamos a lo básico. Escuchemos mejor, hablemos con claridad, contemos historias y nos presentemos con presencia. Eso no es un paso atrás, es el único camino hacia adelante. (Y sí, ese guion largo fue intencional).

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