Con sus colores estridentes, humor ácido y retos mortales, El juego de calamar llegó a Netflix en 2021 para romper récords. En un contexto en el que el mundo se encontraba ansioso por salir del bucle del COVID-19, llegó esta sátira para consolar a todo un público desesperado por recibir nuevos estímulos. Dirigida por Hwang Dong-hyuk se ha convertido en la serie más vista de la plataforma y el pasado 27 de junio, se estrenó su ansiado final en forma de una tercera temporada.
No cabe duda que su portada ascenderá en cuestión de horas al primer puesto de series más vistas globalmente, porque si echamos la vista atrás, siempre lo ha conseguido: Su primera temporada ostenta el título de la serie más vista en la historia de Netflix, con el récord de 2.205 millones de horas vistas en sus primeros 90 días, lo que equivale a unos 265,2 millones de visualizaciones estimadas. Su estreno también hizo historia, ya que llegó hasta 487,6 millones de horas vistas en solo cuatro días tras su estreno. Hazaña que superó al estrenazo de la serie Miércoles, la cual había logrado 341,23 millones de horas vistas en sus primeros cinco días, entre otros fenómenos como Stranger Things 4 y Dahmer. Además, El juego del calamar marcó otro hito al debutar como número uno en los 93 países de Netflix.
Pero su carrera de relevos continuó con el éxito de su segunda temporada cuando rompió récords desde su estreno el 26 de noviembre de 2024, alcanzando 68 millones de reproducciones en solo los primeros cuatro días. Sin olvidar que, con sus cifras de visionado y la brutal travesía psicológica y física del personaje de Gi-hun -interpretado por Lee Jung-jae-, la serie ya se posiciona como una de las más vistas en lengua no inglesa en la historia de la plataforma. Actualmente ocupa la séptima posición en esa categoría, por encima de otras producciones coreanas como Estamos muertos o de éxitos como Berlín y Quién mató a Sara.
¿Qué pasará en este cierre la serie de oro de Netflix?
La segunda temporada subió la apuesta con nuevos desafíos letales, giros inesperados y una rebelión liderada por un Gi-hun más decidido que nunca. El cierre fue un golpe de efecto que dejó claro que no hay vuelta atrás. Ahora, con la tercera y última temporada, la serie se prepara para un desenlace sin concesiones: más sangriento, más tenso y con el enfrentamiento final entre los jugadores y quienes manejan los hilos del juego. Hwang Dong-hyuk sigue al mando, dispuesto a cerrar la historia con la misma potencia que la convirtió en un fenómeno global.