Según el instituto americano Carniege de tecnología solo el 15% de los entrevistadores se decantan por un empleado a raíz de un buen currículo o experiencia. Según esta institución el 85% de las entrevistas acaban decantándose por la personalidad del asistente.
Según este estudio, los reclutadores ven cómo te relacionas contigo mismo: el amor propio, la actitud positiva y la autoestima son las características que están a la alza. Tu actitud es como un resfriado, es contagiosa con quien te rodea, de ahí la importancia de ella.
Así pues, la clave es tratar de igual al reclutador y tomarse la entrevista como un encuentro entre dos personas al mismo nivel en el negocio. Si crees que eres afortunado solo por acudir al encuentro, posiblemente pierdas la oportunidad. Sin embargo, si crees que ellos son los afortunados por tenerte en la entrevista, es posible que seas el elegido.
Esta actitud sirve para demostrar que tenéis las mismas pasiones en el negocio y que te podrías desenvolver fácilmente con personas de rangos superiores o distintos a ti.
Haz de parecer dispuesto a participar en una conversación de negocios, donde su atención se centra en los problemas que necesitan ser resueltos. Claridad y confianza serán tus mejores armas para ser el elegido.