La publicación del Índice Global de Habitabilidad 2025 de la Economist Intelligence Unit (EIU) ha visto cómo una nueva ciudad se hacía con la corona de la más habitable del mundo. Después de tres años liderando la clasificación, Viena, la capital de Austria, ha sido finalmente superada por Copenhague, la capital de Dinamarca.
El índice anual de la EIU evalúa 173 localidades de todo el mundo, clasificando su habitabilidad en función de diversos indicadores y criterios. Esta clasificación busca cuantificar los desafíos que una persona podría enfrentar para su estilo de vida en cualquiera de estos lugares, para ayudar a evaluar cuáles ofrecen las mejores y peores condiciones de vida.
Cada ciudad se mide a través de más de 30 factores cualitativos y cuantitativos en cinco categorías descritas como estabilidad, sanidad, cultura y medio ambiente, educación e infraestructuras. Los factores cualitativos son decididos por un panel de expertos analistas de EIU y colaboradores de la ciudad. Los factores cuantitativos se basan en el rendimiento relativo de una serie de datos externos. A cada factor se le asigna una calificación de aceptable, tolerable, incómodo, indeseable o intolerable.
A continuación, el Índice EIU asigna una puntuación a cada categoría, que se recopilan y ponderan para crear una puntuación de uno a 100 de fácil referencia, donde uno es intolerable y 100 es ideal.
La mejor ciudad del mundo para vivir
Copenhague ha sido coronada como la ciudad más cómoda del mundo para vivir en 2025, al obtener puntuaciones perfectas en estabilidad, educación e infraestructuras. Su puntuación global en el Índice alcanzó 98 puntos de 100.
Supera a Viena, líder durante mucho tiempo, que se sitúa en segundo lugar aunque la capital austriaca también obtuvo una puntuación perfecta en educación e infraestructuras, así como en sanidad. Viena comparte este año el segundo puesto con Zúrich, que obtuvo una puntuación perfecta en las categorías de educación y sanidad. Otra ciudad suiza, Ginebra, ocupa el quinto puesto en la clasificación general, lo que pone de manifiesto el dominio de las ciudades de Europa Occidental en el índice, con cuatro de los cinco primeros puestos.
La única ciudad que rompe ese dominio europeo es Melbourne, en Australia, que ocupa el cuarto puesto con una puntuación global de 97 sobre 100. El hemisferio sur se impone en los diez puestos restantes: las australianas Sydney y Adelaida ocupan el sexto y noveno lugar respectivamente, Osaka (Japón) el séptimo y Auckland (Nueva Zelanda) el octavo. El único representante de Norteamérica, Vancouver, se cuela por los pelos en el primer puesto.
Aunque las ciudades de Europa Occidental dominan el Índice, cabe destacar que todas las ciudades del Reino Unido analizadas (Londres, Manchester y Edimburgo) han descendido en la clasificación y se sitúan muy lejos de las diez primeras. Esto se debe a una combinación de inestabilidad política y crecientes disturbios civiles que han repercutido en las puntuaciones. En 2025, Londres cayó del puesto 45 al 54, Manchester del 43 al 52 y Edimburgo del 59 al 64.
El deterioro de la estabilidad mundial afecta a la habitabilidad
La razón de la caída de Viena del primer puesto se debe al descenso de su puntuación en estabilidad, afectado por diversos factores, entre ellos los temores terroristas, uno de los cuales hizo que se cancelara el concierto de Taylor Swift del verano de 2024.
Barsali Bhattacharyya, subdirector de Industria de EIU, comentó: «La habitabilidad mundial se ha mantenido estable durante el último año y, al igual que en 2024, la puntuación de la estabilidad ha descendido a nivel mundial. La presión sobre la estabilidad ha llevado a Viena a perder su posición como ciudad más habitable después de un periodo de tres años. Al igual que en 2024, las puntuaciones de estabilidad han descendido en Europa Occidental y Oriente Próximo y Norte de África. En esta edición, también han descendido para Asia, en medio de la intensificación de las amenazas de conflicto militar para ciudades de India y Taiwán».
Mientras que la puntuación media global de habitabilidad en todo el Índice se mantuvo constante con respecto a 2024 en 76,1 sobre 100, las puntuaciones de estabilidad cayeron 0,2 puntos en general. Esto se produce en medio de enormes tensiones geopolíticas mundiales, disturbios civiles y una creciente crisis mundial de la vivienda. Por el contrario, el Índice también ha registrado aumentos generales en las puntuaciones de sanidad, educación e infraestructuras.
Principales movimientos
En 2025 se han producido algunos movimientos muy notables tanto hacia arriba como hacia abajo en el Índice. Las ciudades canadienses en particular se han visto afectadas, con Calgary cayendo desde el quinto puesto en 2024 hasta el puesto 18 en 2025 tras un marcado descenso en su puntuación en sanidad. Esto ha afectado a las cuatro ciudades canadienses del Índice después de la tensión a la que se ha visto sometido el sistema sanitario del país debido a la escasez de personal, entre otros factores. Toronto ha descendido del puesto 12 al 16.
Aunque estas cifras no parecen muy buenas, es importante analizarlas en su contexto. Junto con las otras 20 ciudades norteamericanas clasificadas, todas ellas alcanzaron el nivel más alto posible de habitabilidad según los criterios del Índice, con una puntuación superior a 80 sobre 100. La ciudad estadounidense mejor situada en la lista fue Honolulu, en Hawái, que ocupó el puesto 23 de la clasificación general.
Al ascender en el Índice, Al Khobar, en el Golfo Pérsico de Arabia Saudí, experimentó el mayor salto, subiendo 13 puestos, del 148 al 135, gracias a la mejora de la sanidad y la educación. Esto refleja una tendencia en todas las regiones de Oriente Próximo y el Norte de África, donde se produjeron los avances globales más significativos en habitabilidad general, impulsados en gran medida por los avances en sanidad y educación en ciudades de Arabia Saudí y los EAU.
La peor ciudad del mundo para vivir
Damasco (Siria), desgarrada por la guerra, vuelve a ocupar un lugar destacado en el Índice, ya que no ha experimentado ninguna mejora en su puntuación de habitabilidad a pesar de la caída del expresidente Bashar al-Assad y el posterior cambio de régimen en diciembre de 2024. Aunque esto debería aumentar drásticamente su potencial de mejora, el legado de una guerra civil que ha durado años tardará tiempo en recuperarse.
Esto se refleja en el significativo salto que han experimentado la segunda y tercera ciudades peor clasificadas, Trípoli en Libia y Dhakar en Bangladesh.