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¿Quién es Luca de Meo y por qué quiere salvar Gucci?

Tras cinco años como CEO en Renault y mejorar su reputación de marca, este directivo cambia los coches por la moda de lujo. ¿Conseguirá hacer lo mismo con Gucci, la marca insignia de Kering?

Mientras Renault anda ya en busca y captura de un sucesor para Luca de Meo (Milán, 1967), este directivo se prepara para afrontar su aterrizaje en Kering, el conglomerado de lujo francés propiedad del empresario y multimillonario​ François Pinault, que tiene en su porfolio marcas como Gucci, Saint Laurent, Bottega Veneta, Balenciaga y Alexander McQueen, entre otras muchas, con presencia en más de 120 países.

La noticia de este cambio de aires ha pillado por sorpresa para algunos pero ha sido un secreto a voces para otros. Desde 2015 hasta el año de la pandemia, el italiano fue el encargado de abanderar, dentro de Volkswagen, la renovación de Seat, incluyendo el lanzamiento de Cupra. En las décadas anteriores, pasó por Toyota Europa y el grupo Fiat con cargos en Lancia, Alfa Romeo, Abarth y Fiat.

A partir de 2020 y durante cinco años fue consejero delegado de Renault, dándole un un ascenso en reputación a la marca. El empresario consolidó la compañía y aportó su mejor expertise: influencia internacional y visión creativa. Una etapa que cierra con grandes éxitos en su historial ya que llegó a la marca en 2020, en uno de los peores momentos financieros, y logró revertir la situación con el plan ‘Renaulution’, que devolvió la rentabilidad al grupo y aumentó la acción en la firma en más de un 100%. Lo mismo ha hecho durante los más de 30 años que ha dedicado al sector automovilístico tras pasar por Fiat, Volkswagen y Seat, por mencionar algunas de las más conocidas.

Con la salida de Luca de Meo del universo del motor y su entrada en un conglomerado de lujo dedicado a la moda, la pregunta que cabe hacerse es si la intención de Kering es que su fichaje estrella repita números en la multinacional. La apuesta, desde luego, es firme. La llegada del empresario supone una transformación de la empresa desde los cimientos. Sustituirá al actual CEO de Kering, su dueño, François Pinault, siendo la primera vez que la empresa queda en manos de alguien ajeno a la familia fundadora.

Entre los retos de Luca de Meo en su nueva etapa, que, por cierto, se hará efectiva a partir del 15 de julio, estará el de sacar a Kering del agujero negro en el que parece encontrarse. Actualmente, el grupo cuenta con una deuda descomunal y una caída en bolsa de hasta el 70% desde hace cinco años que no consigue remontar. Además, deberá reacondicionar las cuentas y plantar cara a LVMH y Hermés, los dos referencias con las que compite actualmente en los mercados.

A pesar de las credenciales de De Meo algunas voces dudan de la efectividad del intrusismo, apoyándose en que el milanés no ha estado nunca en contacto con marcas de moda y que la gestión puede hacérselo difícil. Algunos analistas de Bernstein, señalan que «la gestión de marca y el marketing son el punto fuerte de Luca de Meo» y que estas credenciales son «tan válidas para el secto del motor como del lujo».

Podríamos decir que la salvación es posible y la familia Pinault ha sabido darse cuenta de que la gestión de Kering hay que dejar en manos de alguien como Luca de Meo, que cuenta con la visión estratégica y transformadora (casi milagrosa) que las marcas necesitan para convivir holgadamente en un mercado marcado por la competencia constante entre marcas.

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