Tesla ha logrado superar una semana complicada. Después de una fuerte caída provocada por el cruce de acusaciones entre su CEO, Elon Musk, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la acción de la compañía ha vuelto a niveles anteriores al conflicto. Ayer, los títulos de Tesla subieron un 2,89 %, alcanzando los 335,5 dólares, por encima de los 332,05 dólares registrados antes del desplome.
Todo comenzó cuando Musk lanzó varios mensajes muy críticos hacia Trump, incluyendo una acusación sobre supuestos vínculos con el caso Epstein, lo que desató preocupación en los mercados. Muchos inversores vieron estos ataques como un riesgo adicional, sobre todo por la posibilidad de que el gobierno revise contratos públicos que benefician a empresas de Musk, como Tesla o SpaceX.
Como resultado, las acciones de Tesla llegaron a caer más de un 14 % en una sola sesión. Sin embargo, en los últimos días la situación ha mejorado. Musk ha reconocido que algunas de sus publicaciones no fueron adecuadas y ha asegurado que volverá a centrarse en el desarrollo de Tesla.
Los inversores parecen haber respondido positivamente a ese mensaje. En las últimas cuatro jornadas, el valor de las acciones ha subido más de un 15 %. Aun así, el año no ha sido fácil para la compañía: sus acciones acumulan una caída cercana al 20 % en lo que va de 2025.
Además del ruido político, Tesla enfrenta desafíos reales en el mercado. Las ventas han bajado en varias regiones y la guerra comercial también está afectando sus operaciones. China, uno de los mercados clave para el crecimiento de la empresa, se ha vuelto menos predecible en medio de tensiones globales.
A pesar de estos altibajos, los títulos de Tesla aún muestran una ganancia de más del 60 % en los últimos doce meses. Eso demuestra que, aunque la empresa es volátil, sigue teniendo una base sólida de seguidores e inversores que apuestan por su futuro.
