Empezar un nuevo trabajo es un viaje emocionante y gratificante. Conoces a gente nueva, te adaptas a un nuevo entorno, te enfrentas a nuevos retos y exploras nuevas oportunidades de crecimiento. Sin embargo, esa emoción viene acompañada del miedo a cometer errores o dejar una mala impresión.
La verdad es que no es necesario saberlo todo de inmediato. Lo más importante es tener la mentalidad y el comportamiento adecuados. De hecho, un estudio de Leadership IQ reveló que el 89% de los fracasos en la contratación se deben a malas actitudes, no a falta de habilidades. Para ayudarte a empezar con fuerza, aquí tienes cuatro errores que debes evitar para una transición más fluida a tu nuevo puesto.
No negociar
Una mentalidad común al comenzar un nuevo puesto es: «Es demasiado pronto para exigir o negociar. Por ahora debería seguir la corriente». Pero ese es un error grande y costoso. Sí, te has esforzado mucho para superar todas las entrevistas y, ahora que por fin has conseguido un nuevo trabajo, es posible que no quieras arriesgarte. Sin embargo, si lo retrasas, estás perdiendo mucho dinero y la oportunidad de ganar credibilidad desde el principio.
Así que no tengas miedo de sacar el tema del salario, las primas, las evaluaciones de rendimiento y otras aspectos para negociar. Por ejemplo, si no has conseguido el salario deseado, puedes pedir más tiempo libre remunerado o un horario más flexible. Habla de las oportunidades de formación o sugiere un calendario más razonable para las evaluaciones de rendimiento.
Puede que no siempre consigas lo que pides, pero te ganarás el respeto por decir lo que piensas. Además, refleja tu confianza, tu capacidad de comunicación y tu compromiso con tu puesto.
No realizar la incorporación correctamente
Cuando hablamos de incorporación, a menudo pensamos que es tarea de Recursos Humanos (RR HH) o del equipo ayudarnos a familiarizarnos con el trabajo. Por supuesto, nos orientarán, nos guiarán a través de herramientas y programas y nos formarán en diferentes aspectos del empleo, pero la cosa no acaba ahí. Un proceso de incorporación satisfactorio requiere la participación activa de los nuevos empleados.
Ser un novato no significa que debas quedarte callado y esperar a que te digan lo que tienes que hacer. En lugar de eso, haz preguntas, sobre todo cuando no estés familiarizado con determinados procesos o sigas estando confuso al respecto. Por ejemplo, si tienes dificultades para utilizar una herramienta de gestión de proyectos, acércate a cualquier miembro del equipo. Pide consejos y buenas prácticas que te ayuden a cogerle el truco más rápido.
Si eres sincero y proactivo, ahorrarás tiempo a todos. Además, demuestra tus ganas de aprender y contribuir al equipo. Así que mantén la curiosidad y el compromiso.
No entender el lado «aburrido» de las cosas
Aunque hay mucho que esperar de un nuevo trabajo, no olvides los asuntos menos emocionantes pero igualmente importantes. Dedica tiempo a entender los impuestos. Pregunta por los documentos que necesites cumplimentar.
Revisa a fondo tu contrato de trabajo, incluido el periodo de prueba, las cláusulas de rescisión y preaviso, las cláusulas de confidencialidad y los acuerdos de no competencia, si procede. Pueden parecer aburridos y técnicos, pero debes saber en qué te estás metiendo y cuáles son tus derechos y responsabilidades.
Pide a RR HH cualquier aclaración sobre solicitudes de permisos, horas de trabajo, seguro médico y otras prestaciones. Mantenerse informado ayuda a evitar conflictos innecesarios y te permite centrarte en destacar en tu nuevo puesto.
No trabajar en las cosas correctas
Las primeras semanas o meses son cruciales para causar una impresión positiva en tu nuevo trabajo. Tus responsabilidades aumentarán y las evaluaciones periódicas mostrarán tus progresos, o la falta de ellos. Así que emplea tu tiempo sabiamente y conéctate con las personas adecuadas.
Por ejemplo, en lugar de leer todos los recursos disponibles o buscar el diseño perfecto para una presentación, habla con tu jefe y con las personas con las que vas a trabajar. Involúcrate desde el principio haciendo estas preguntas: ¿Cuáles son los mayores problemas del equipo en este momento? ¿En qué áreas necesitan ayuda? ¿Cómo puedo contribuir a los objetivos del equipo? Mantener tus esfuerzos alineados con la misión y la visión del equipo te ayudará a posicionarte como un miembro fiable del mismo.
Encontrar un nuevo trabajo ya es una gran victoria. Pero no querrás desperdiciar esa oportunidad por errores que son fácilmente evitables. Así que sé más proactivo, comprende los aspectos aburridos pero importantes del trabajo y canaliza tu energía para contribuir al equipo mientras creces profesionalmente. ¡Enhorabuena!
