El mundo de la gestión de grandes fortunas ya no se mide solo en rentabilidad o cifras. Las nuevas generaciones buscan alinear su patrimonio con valores, impacto y visión de futuro. En ese nuevo paradigma, hay nombres que marcan el rumbo. Uno de ellos es Ida Liu (California, 49 años), ejecutiva bancaria chino-estadounidense que fue directora global de Citi Private Bank, cargo que ocupó desde abril de 2021 hasta febrero de 2025.
Ida Liu no solo ha marcado un hito simbólico, sino que ha transformado en profundidad el panorama de la banca privada en las últimas dos décadas. Desde sus inicios en la banca de inversión tras graduarse en Wellesley College, pasando por el mundo de la moda con la firma de Vivienne Tam, hasta construir desde cero la división de banca privada de Citi para sectores creativos, Liu ha demostrado que el liderazgo con propósito no conoce fronteras.
Su educación bicultural, entre California y Asia, le dio una ventaja que hoy considera esencial: “Entender los matices de diferentes culturas y estilos de vida me permitió conectar mejor con clientes globales y liderar equipos diversos con eficacia”, explica.
El futuro del patrimonio
Para Liu, el patrimonio no se mide solo en cifras. Es una herramienta para generar legado, impacto y continuidad familiar. Su visión está alineada con una nueva ola de inversoras jóvenes que apuestan por estrategias de largo plazo, sostenibles, y con sentido.
«Estamos viendo un cambio muy potente. Las mujeres están tomando el control de su futuro financiero con más confianza, más curiosidad y más convicción. Están invirtiendo antes, preguntando más, diversificando y apostando por fondos de impacto, inmuebles, mercados privados y emprendimiento.”
Tres principios para una inversión inteligente según Liu:
Liu resume su filosofía en tres ideas fundamentales. Primero, comenzar pronto, aunque sea con poco: el interés compuesto es una de las herramientas minversión
ás poderosas del mundo financiero, y el tiempo juega siempre a favor. Segundo, pensar de forma integral: el patrimonio no debe limitarse a los planes de jubilación, sino alinearse con valores personales, metas vitales y una visión global. Y tercero, rodearse de un buen equipo: no basta con tener asesores que gestionen, es clave contar con profesionales que escuchen, informen y empoderen en cada paso del camino.
Ser la «única asiática en la sala«
Durante su carrera, Liu ha sido muchas veces la única mujer —y la única asiática— en la sala. Pero lejos de intimidarse, afirma que su propósito le dio claridad: “Si estás en esa mesa, haz que cuente”. Su impulso por cambiar el sistema la llevó a liderar la Asian Heritage Network de Citi, una red centrada en superar la “bamboo ceiling” que frena a muchas personas de origen asiático de llegar a posiciones directivas.
A través de mentorías, formaciones en comunicación y fomento de la visibilidad, Liu promueve una cultura de liderazgo donde el talento no se pierda por falta de confianza o visibilidad. “No es arrogancia decir lo que has conseguido. Es un dato. Y los datos importan”, afirma.
Ahora, tras cerrar su ciclo en Citi, prepara un nuevo proyecto aún no revelado. Pero deja claro que seguirá centrado en aportar soluciones relevantes para el futuro del patrimonio. A la Ida de 11 años, le diría: «Sueña en grande. Arriesga con cabeza. Y apuesta por ti sin miedo». Porque como concluye, crecer, incomodarse y probar límites son la única forma de avanzar.
