Las etapas de la felicidad (laboral)
Cuando encuentras el que podrías calificar como “el trabajo de tu vida”, todo es felicidad, y es que por lo general no es sencillo llegar hasta él. Es tal la placidez alcanzada, que tu cabeza se convierte en un todo un carrusel de pensamientos positivos. Según Entrepreneur.com, estos pensamientos se traducen en 5 fases. ¿Sabes cuáles son? Seamos realistas, las cinco fases que vas a leer a continuación son sencillas de experimentar hasta, más o menos, la tercera de ellas. No obstante, pueden llegar a experimentarse todas si de verdad tu empleo es “el trabajo de tu vida”. Aunque no lo parezca, la felicidad laboral existe, sólo hay que tener ganas de salir a buscarla y algo de suerte para encontrarla.
Las etapas de la felicidad (laboral)
“Estoy feliz de estar aquí” Este es el pensamiento que suele invadirte los primeros días en el trabajo de tu vida. Has conseguido entrar en una buena empresa, además haciendo algo que te gusta y aún estás en pleno éxtasis, no te lo crees ni tú, pero ahí estás. No puedes sentir otra cosa que no sea felicidad máxima por haber llegado hasta ahí.
Las etapas de la felicidad (laboral)
“Yo quiero quedarme aquí” Ya te ha dado tiempo a instalarte, quizá lleves ya más de un mes trabajando y aún no has encontrado un solo fallo. No te quieres confiar demasiado, pero por el momento quieres quedarte ahí, estás satisfecho con lo que haces y con el trato. Consideras que, sin duda, el cambio ha sido para mejor.
Las etapas de la felicidad (laboral)
“Estoy a gusto aquí” Es el pensamiento que llega una vez has pasado la fase de aprendizaje. Llevas un tiempo en tu puesto de trabajo, pocos problemas, varias o muchas satisfacciones y, aunque el trabajo pueda ser duro, trabajas a gusto y eso es lo que de verdad te importa.
Las etapas de la felicidad (laboral)
“Quiero ganar dinero aquí” Estás a gusto pero ha llegado el momento de poner precio a tu continuo esfuerzo. Si tu sueldo es acorde a tu volumen de trabajo y además laboras a gusto, una ligera subida de sueldo puede ser determinante para que adores (más aún) tu empleo actual en la compañía.
Las etapas de la felicidad (laboral)
“Quiero ganar” Tu sueldo ya es acorde a tu trabajo, no consideras que necesites más. Te sientes valorado, te encanta lo que haces y además estás a gusto, ¿qué más se puede pedir? Para ti ahora mismo, nada más que éxito y progreso profesional, que te beneficie tanto a ti como a la empresa. La sensación en esta fase es como la de trabajar por amor al arte, disfrutas realmente con lo que haces.
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