Economía

La guerra comercial abre las puertas europeas al mercado chino

En un gesto significativo para fortalecer sus lazos, China y la Unión Europea acordaron en mayo de 2025 eliminar todas las sanciones mutuas impuestas en años anteriores. Este acuerdo coincide con el 50º aniversario de sus relaciones diplomáticas y busca reactivar el diálogo institucional y fomentar la cooperación en áreas clave como economía, digitalización y desarrollo sostenible.

Vivimos tiempos de conflictos en todos los sentidos, conflictos armados, guerras, ‘escalation’ que son preocupantes para la estabilidad y la paz de todo el planeta. Y desde hace unas semanas también es preocupante la guerra comercial con aranceles impuesta directamente por la Casa Blanca. No hay paz por el momento. Si bien Estados Unidos y China han sido los protagonistas de esta guerra comercial, las repercusiones de este conflicto han sido más amplias, afectando a todos los mercados internacionales, incluida Europa. Que quede claro, la dependencia económica, estratégica y político-militar de Europa respecto a Estados Unidos es innegable.

Históricamente han sido nuestros aliados, nuestro punto de referencia; esta vez esta dependencia, a veces morbosa, nos está empezando a costar cara. Tiempos desesperados requieren medidas desesperadas. En medio de este escenario, el mercado europeo ha visto una oportunidad única para estrechar lazos con China y aprovechar el acceso preferencial que ofrece el gigante asiático.

El principal acontecimiento que abrió definitivamente las puertas de Europa a China fue la pandemia; a partir de ahí, el mercado chino comenzó a penetrar en Europa con una facilidad nunca vista en la historia del Viejo Continente. China, que ya es la segunda economía más grande del mundo, se ha convertido en un actor clave en el comercio global. Su ambición de expandir su influencia económica ha llevado al país a firmar numerosos acuerdos comerciales con diversas regiones y países.

Por igual las empresas europeas están cada vez más interesadas en penetrar en el mercado chino, debido a su enorme población y al aumento de la clase media, que ofrece un mercado en constante expansión para productos y servicios. Además, el gobierno chino ha implementado políticas favorables para atraer inversiones extranjeras y modernizar sectores clave, lo que hace que el mercado sea aún más atractivo.

La Unión Europea se presenta como una alternativa atractiva para mitigar riesgos y acceder a nuevas oportunidades

Según datos de Eurostat, en 2024 la Unión Europea exportó bienes por valor de 213.300 millones de euros a China, mientras que importó productos chinos por 517.800 millones de euros, resultando en un déficit comercial de 304.500 millones de euros. A pesar de una ligera disminución en comparación con 2023, las importaciones desde China representaron el 21,3% del total de importaciones extracomunitarias de la UE .

Por otro lado, las exportaciones chinas a la UE aumentaron un 4,3% en 2024, alcanzando los 3.675,1 miles de millones de yuanes, lo que refleja una demanda europea sostenida de productos chinos.

En un gesto significativo para fortalecer sus lazos, China y la Unión Europea acordaron en mayo de 2025 eliminar todas las sanciones mutuas impuestas en años anteriores. Este acuerdo coincide con el 50º aniversario de sus relaciones diplomáticas y busca reactivar el diálogo institucional y fomentar la cooperación en áreas clave como economía, digitalización y desarrollo sostenible.

La apertura del mercado chino ofrece diversas oportunidades para las empresas europeas:

  • Tecnología y electrónica: China continúa siendo un proveedor principal de maquinaria eléctrica, equipos de telecomunicaciones y dispositivos de procesamiento de datos, sectores en los que la UE mantiene una fuerte demanda.
  • Automoción y movilidad eléctrica: A pesar de las tensiones arancelarias, la colaboración en investigación y desarrollo de vehículos eléctricos y tecnologías limpias sigue siendo una prioridad para ambas partes. Tal y como menciona Expansión: «Tras una primera gran oleada en la que han llegado al mercado español grandes firmas del gigante asiático como BYD, Omoda, Jaecoo o MG, entre otras, ahora llega una segunda avalancha con nuevas enseñas asiáticas que darán un nuevo impulso a las ventas en un momento complicado para el sector automovilístico, a causa de la incertidumbre económica y de la transformación a la movilidad eléctrica«.
  • Energía renovable y sostenibilidad: Iniciativas conjuntas en energías limpias y cumplimiento de los compromisos del Acuerdo de París abren puertas para proyectos conjuntos en energías renovables y eficiencia energética.

El conflicto India-Pakistán una nueva guerra que podría cambiar nuestro futuro comercial

Mientras China refuerza sus lazos con Europa, otro conflicto en Asia también está marcando la agenda internacional. Las tensiones entre India y Pakistán, dos potencias nucleares, continúan siendo un punto de fricción importante en la geopolítica global. Estados Unidos ha mostrado un respaldo claro hacia India, especialmente debido a su creciente influencia económica y estratégica en la región.

Estados Unidos ve a India no solo como un socio clave para contrarrestar la influencia de China en Asia, sino también como un pilar importante en su visión de futuro del comercio global. El apoyo militar y económico de Estados Unidos a India en los últimos años ha sido una respuesta directa a las preocupaciones de Pekín sobre la expansión de la influencia estadounidense en Asia.

Este respaldo, sin embargo, no está exento de riesgos. La competencia entre India y Pakistán en la región podría desestabilizar aún más el subcontinente y afectar a las economías globales, incluida Europa. Sin embargo, la implicación de India en el comercio internacional y su creciente papel en la tecnología, las finanzas y la manufactura está llevando a las empresas europeas a considerar a India como un socio clave para diversificar sus cadenas de suministro y acceder a nuevos mercados.

En definitiva, los conflictos entre Estados Unidos y China, lejos de ser un obstáculo, ha abierto nuevas puertas para las empresas europeas en el vasto mercado chino. Con acuerdos recientes que promueven la cooperación y sectores estratégicos que ofrecen oportunidades de crecimiento, Europa se posiciona como un socio clave en la nueva configuración económica global. Las empresas europeas que sepan navegar estos nuevos escenarios podrán aprovechar las ventajas de este entorno en evolución.

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