1. Hacer una carta general de “copia y pega”. Cada persona es distinta, como también lo es cada empresa a la que postulas, aunque sean del mismo sector. Cuando más exclusiva y personal sea esa empresa, más posibilidades tienes.
2. Es excesivamente larga, así que es probable que ni siquiera se molesten en leerla entera. Debes ser claro, ir al grano y no andarte por las ramas. Utiliza frases cortas y sencillas.
3. Repetir lo dicho en el currículum es uno de los errores más comunes. Si vas a repetir cada uno de tus puestos y tus estudios, incluso tu teléfono… ¿de qué vale el CV? La carta de presentación sirve para venderte, para que el reclutador quiera abrir tu currículum una vez leída.
4. Tener faltas de ortografía hará que dejen de leer inmediatamente.
5. Añadir cosas que no son relevantes para el puesto que estás buscando. Por ejemplo, que trabajaste de dependiente en una tienda de muebles si lo que estás buscando es trabajo como diseñador gráfico. Eso al reclutador no le importa.
6. No empezar y acabar correctamente es un fallo de lo más típico. Empezar con un “Estimados señores” no es recomendable, es mucho mejor si puedes poner el nombre de la persona a la que te diriges o, en todo caso, Att: Dpto RRHH.
7. No saber venderte es lo que hace que tu carta de presentación no valga para nada. ¿Para qué la usas entonces? Es el momento de destacar tus cualidades, tus logros…
8. Hablar únicamente de ti mismo y no decir el por qué quieres trabajar en esa empresa, qué te gusta de ella, qué conoces…
9. Tener errores gramaticales que hubieses podido solucionar leyéndola un par de veces antes de enviarla.
10. Ser demasiado informal, esto no es un email/escrito cualquiera. Así que dentro de unos márgenes de libertad, debes ser respetuoso, educado y formal.