Interrumpir constantemente
Alguien habla y otra persona interrumpe. Una vez, dos, tres… Además de ser una falta de respeto, denota que te importa más tu opinión que la de los demás y que no eres demasiado tolerante.
Preguntar por algo algo que ya te han contado
Característica típica de las personas que no saben (o no les gusta) escuchar a los demás… Es normal despistarte un día, pero cuando las personas que te rodean viven en un constante “pero si te lo dije ayer”, malo. Deberías replantearte qué estás haciendo mal. Puede dañar tus relaciones personales.
Estar pensando en cosas que tienes que contar mientras alguien habla
Parece que estás escuchando, sí. Y quizás la persona que tienes delante ni siquiera se dé cuenta de que no es así. Pero tú estás pensando en otra cosa, en lo que vas a contar tú en cuanto la otra persona se calle… Si haces eso, te preguntarán cosas como las del punto anterior. Por favor, intenta concentrarte en la conversación que estás teniendo.
Las personas que les rodean no les suelen contar hechos importantes
A las personas que no escuchan se las pilla fácilmente. Y a nadie le gusta contar cosas íntimas o importantes a alguien que ni siquiera va a tenerlas en cuenta. Si te has fijado en que últimamente las personas que te rodean no se abren contigo, pregúntate por qué.
Gritan para “tener razón”
Para acabar, esta es otra característica de los “malos oyentes”: gritar. Piensan que la razón o, simplemente, el turno de palabra, se gana gritando. Es insoportable, entrena la tolerancia.