¿Quieres ser un líder influyente?
Ser un líder en un grupo de trabajo, en una empresa, es algo difícil de conseguir. No todo el mundo tiene cualidades de líder. Mucho menos si hablamos de, además, lograr cierta influencia en las personas que te rodean. Pero puedes cultivar poco a poco algunas claves que te ayuden a influenciar laboralmente a las personas que tienes alrededor
¿Quieres ser un líder influyente?
Sé honesto, auténtico Un líder jamás podrá ser un referente, influir, si es mentiroso o intenta engañar a las personas que confían en él. Para comenzar a ser un líder influyente debes ser auténtico, ir siempre con la verdad por delante, ya sea para bien o para mal. Si un proyecto no va a salir adelante por X motivos, dilo. Es mejor ser siempre sincero a tiempo. Cultiva la confianza que los demás proyectan en ti.
¿Quieres ser un líder influyente?
Aprende a mejorar tu carisma Un líder influyente suele ser a la vez una persona carismática. No todo el mundo tiene el mismo carisma, el mismo magnetismo. Pero puedes comenzar a entrenarlo pasito a paso. Comienza por confiar más en ti mismo, por mostrarte seguro. Sé ingenioso, sutil, agradable…
¿Quieres ser un líder influyente?
Motiva a las personas que tienes alrededor Hacerles creer que pueden y deben lograr metas mucho más importantes y altas. La motivación es parte esencial de un líder influyente. Necesitas hacer creer a tus empleados que pueden hacer las cosas mucho mejor, dales las herramientas para conseguirlo y que ellos hagan el resto.
¿Quieres ser un líder influyente?
Cuida tu lenguaje corporal Si quieres influir en tus empleados, tienes que ser una persona que cree en lo que dice. O al menos demostrarlo en todos los sentidos: el lenguaje corporal muchas veces nos delata. Decimos algo que contradecimos con nuestros gestos, mirada e incluso tono de voz. Comienza a fijarte más en estos pequeños detalles, porque marcan la diferencia.
¿Quieres ser un líder influyente?
Ofrece tu punto de vista sin ser dictatorial Influir no es mandar, no es imponer. Alguien influyente no necesita ordenar nada, porque sus consejos, sus ideas, son tomadas como algo creíble e incluso recomendable. Si eres capaz de influir en los demás sin obligar, tienes gran parte del camino hecho.
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