La Gran Manzana está muy bien, pero Madrid tampoco se queda corto y Carolina Herrera, junto a su director creativo, Wes Gordon, lo tienen muy claro. A pesar de ser la cuna de la marca, el vínculo de ambos diseñadores con nuestra capital ha conseguido que la firma presente su próxima colección de primavera-verano 2026, aquí, en nuestro país.
El enclave todavía no se ha desvelado pero este gran acontecimiento ya tiene fecha. El próximo 18 de septiembre la ciudad madrileña se llenará de glamour internacional por un día.
Sabemos que el día anterior al evento ocurrirá una cena muy especial en la que, celebrities, aristócratas y personajes influyentes en la moda española se reunirán para celebrar el éxito de la marca.
Un lazo estrecho con Madrid
No es que a la diseñadora venezolana simplemente le guste nuestra ciudad, sino que el vínculo que tiene con nuestro país va un paso más allá. Además de visitar España por negocios, Carolina Herrera viene con frecuencia para visitar a su hija, Carolina Adriana Herrera, quién desde hace varios años ha establecido su vida en la capital de nuestro país.
Herrera tampoco es la única que se ha enamorado de esta ciudad, el director creativo de la casa, Wes Gordon ha dejado claro su sentimiento hacia la ciudad elegida para su próximo gran desfile. “Madrid siempre ha sido una de mis ciudades favoritas del mundo —tan rica en historia, arte, cultura y patrimonio»
Además de su vínculo con Madrid por separado, ambos se juntaron en la capital para entregar su vestido de novia a Tamara Falcó. Traje que tuvieron que confeccionar a distancia y en tan solo 53 días.
Nueva York, más que una sede
Todo comenzó en el año 1965, cuando Carolina Herrera comenzaba su carrera como publicista trabajando para el diseñador Emilio Pucci, en su sede de Caracas. Fue en ese. mismo lugar donde conoció a su segundo marido, Reinaldo Herrera, quien fue editor de la revista estadounidense Vanity Fair y quien tristemente ha fallecido recientemente.
Este encuentro marcó un giro importante en su vida, y para el año 1971, Herrera ya entraba en las listas de las mujeres mejor vestidas del planeta. Diez años después, tomó la decisión más arriesgada hasta entonces: dejar su país para mudarse a Nueva York, junto a su esposo y sus cuatro hijas.
La diseñadora soñaba con una cosa, encontrar nuevas oportunidades y hacer realidad su sueño. Y lo consiguió, creó una firma de moda que, ha llegado tan lejos como para que todo el mundo conozca su nombre, Carolina Herrera.
