La economía estadounidense es una montaña rusa. Las acciones y los bonos han sufrido un duro golpe. Los nuevos aranceles están sacudiendo los mercados y los despidos son noticia. Tanto a los ricos como al resto de la población les interesa saber cuál es su situación financiera en vista del caos. Dado que el mercado bursátil se ha visto afectado y se han despedido numerosos empleados federales, ¿ha cambiado el patrimonio neto necesario para figurar entre los más ricos del país en lo que va de año? Sorprendentemente, a pesar de la turbulencia, los umbrales para unirse al 1%, 5% y 10% más ricos siguen siendo altísimos, lo que refleja la resiliencia de la riqueza en la cima.
Datos recientes de la Encuesta de Finanzas del Consumidor de la Reserva Federal, Yahoo Finance y MoneyWise ofrecen un panorama claro de lo que se necesita para acceder a las altas esferas de la sociedad estadounidense. Para formar parte del 1% más rico, su patrimonio neto debe estar entre 11,6 y 13,7 millones de dólares, una ligera disminución con respecto a los máximos de 2024 debido a las caídas del mercado, pero aún se encuentra entre los más altos de la historia.
Para el 5% superior, un patrimonio neto de entre 1,17 y 2,7 millones de dólares garantiza su lugar, mientras que el 10% superior requiere entre 970.900 y 1,9 millones de dólares. Si aspira al 25% superior, necesitará entre 340.000 y 500.000 dólares, un hito que muchos miembros de la Generación Z pueden alcanzar al inicio de sus carreras. En la cima, el 0,1% superior posee la asombrosa suma de 62 millones de dólares, a menudo acumulados mediante emprendimiento, inversiones de alto crecimiento o herencias.
Percepciones de la riqueza
Estas cifras no son simples puntos de referencia abstractos. Reflejan cómo los estadounidenses perciben la riqueza. Según la Encuesta de Riqueza Moderna de 2024 de Charles Schwab, la persona promedio cree que necesita 2,5 millones de dólares para sentirse «rica», un 14 % más que los 2,2 millones de dólares de 2023, impulsado por la inflación y el aumento de los costos. Sin embargo, la comodidad financiera requiere menos, unos 778.000 dólares, una reducción respecto al millón de dólares del año anterior, lo que sugiere un cambio hacia una mayor valoración de la seguridad sobre la extravagancia.
Para la Generación Z, que prioriza las experiencias sobre la riqueza material, estas percepciones resaltan la importancia de definir el éxito personal, un paso clave en la planificación financiera.
La riqueza en Estados Unidos sigue estando muy concentrada, y el 1% más rico controla aproximadamente el 30% de la riqueza total del país. Esta concentración actúa como un amortiguador, protegiendo a los ultrarricos de las fluctuaciones del mercado. Si bien las acciones y los bonos cayeron entre un 10% y un 15% o más a principios de 2025, los estadounidenses más ricos dependen de carteras diversificadas, como bienes raíces, empresas privadas, criptomonedas, capital privado e inversiones alternativas que podrían no estar correlacionadas con las acciones.
Años de ganancias en mercados alcistas entre 2020 y 2024 también significan que ni siquiera las pérdidas recientes han borrado la riqueza acumulada a lo largo del tiempo. Por ejemplo, un inversor del 1% superior con $12 millones en 2024 podría perder un 10% en acciones, pero compensarlo con ganancias en propiedades o capital privado, manteniendo así su posición.
Varias fuerzas impulsan estas tendencias. Los nuevos aranceles, si bien han disparado la inflación y ralentizado el crecimiento, no han afectado tanto a los hogares más ricos como a los de ingresos medios y bajos. Los ricos suelen aprovechar las dislocaciones del mercado, adquiriendo activos infravalorados durante las recesiones. Los despidos, por su parte, afectan más a los asalariados que a quienes tienen múltiples fuentes de ingresos o inversiones importantes.
Los estadounidenses más ricos tienden a poseer una combinación de activos, incluyendo empresas, bienes raíces, bitcoin, criptomonedas y materias primas. La diversificación ayuda a capear las tormentas económicas mejor que las acciones por sí solas. Para el 0,1% más rico, fundar o expandir un negocio, como una startup tecnológica, sigue siendo la principal opción, aunque las inversiones de alto crecimiento y las herencias también influyen.
Cómo los padres de la generación Z pueden guiar a sus hijos por el buen camino
Para la Generación Z y sus familias, el camino a seguir implica altos ingresos, inversión inteligente y espíritu emprendedor. Empiecen con poco, gestionen su presupuesto con prudencia, inviertan con anticipación y desarrollen carreras profesionales impactantes. El listón puede ser alto, pero con disciplina, no está fuera de su alcance. A medida que los mercados fluctúan, los ultrarricos siguen marcando el ritmo, pero cualquiera puede empezar a construir su futuro financiero hoy mismo.
Para la Generación Z y sus padres, estos umbrales ofrecen tanto inspiración como un desafío. Alcanzar el 10% o incluso el 25% superior está al alcance con las estrategias adecuadas. Los altos ingresos en sectores como la tecnología o la salud pueden sentar las bases. Un programador de software de la Generación Z que gana un salario base de 150,000 dólares, más una generosa bonificación y opciones sobre acciones otorgadas cada año, y ahorra $30,000 anuales, puede acumular un buen fondo de ahorros diez o veinte años después.
Invertir con anticipación, incluso 50 dólares al mes, en fondos indexados de bajo costo a través de plataformas como Vanguard, aprovecha el tiempo para generar riqueza. Emprender, como iniciar un negocio secundario en Etsy o trabajar como freelance en Upwork, puede acelerar el proceso.
