
MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
A tan solo una hora de Madrid, en el pintoresco municipio de Cogolludo (Guadalajara), se encuentra uno de los secretos mejor guardados del turismo enológico: Finca Río Negro.
Esta bodega familiar, recientemente reconocida con la prestigiosa certificación de Vino de Pago, invita a vivir una experiencia inolvidable entre viñedos, naturaleza salvaje y vinos de autor.
La primavera es el momento perfecto para disfrutar del enoturismo en su máxima expresión. Durante la visita, los viajeros podrán recorrer las 600 hectáreas de finca a 1.000 metros de altitud, a los pies del Parque Natural Sierra Norte de Guadalajara. Un entorno privilegiado donde es habitual encontrarse con ciervos, jabalíes e incluso con una manada de lobos ibéricos en libertad.
El recorrido continúa con una inmersión en el corazón de la bodega, excavada bajo tierra, donde se desvela el meticuloso proceso de elaboración de sus premiados vinos. El broche final: una cata comentada de sus mejores referencias, acompañada por una selección de productos gourmet como quesos artesanos, cecina y embutidos.
Un plan para toda la familia Finca Río Negro ha diseñado esta experiencia para que todos puedan disfrutar. El precio para los adultos es de 27 euros, para los niños de 10 a 17 año de 20 euros y para los niños 9 euros. La duración aproximada de la experiencia es de 1 hora y 45 minutos.
GUARDIANES DEL VINO DE ALTURA.
La familia Fuentes, impulsora del proyecto desde hace más de 25 años, se ha convertido en la defensora de la tradición vinícola de Cogolludo. Gracias a su pasión y compromiso, han conseguido crear vinos únicos, reconocidos en todo el mundo.
Con viñedos situados en uno de los puntos más altos del centro peninsular, en un suelo complejo y singular, elaboran vinos con una personalidad excepcional.
Hoy, Finca Río Negro comercializa sus vinos en 18 países y ha logrado posicionarse como la única bodega de Guadalajara con Denominación de Origen Protegida, un logro que la sitúa en la élite del vino español.
